Las hembras de Ischnura graellsii presentan tres fenotipos de coloración: androcromotípicas (coloreadas como el macho), infuscans y aurantiaca (ambas denominadas ginocromotipícas). Mediante cruzamientos controlados se ha comprobado que este polimorfismo se debe a un locus autosómico, con tres alelos, dominancia en jerarquía y expresión restringida al sexo femenino. Los resultados de experimentos realizados en el laboratorio y en poblaciones naturales indican que la longevidad de los tres fenotipos es similar. Las hembras androcromotípicas no son reconocidas como tales por los machos. Teniendo en cuenta que una sola copula es suficiente para fertilizar la totalidad de los huevos, se propone que estas hembras evitan activamente copulas innecesarias y de larga duración (incluso mas de 5 horas). Este hecho unido a la existencia de cambios en la densidad de la población y al sistema genético, contribuyen al mantenimiento del polimorfismo femenino de esta especie. Medido el éxito copulativo en machos y hembras en el campo se ha comprobado que la oportunidad para la selección sexual es mayor en los machos que en las hembras, tal como la teoría de la selección sexual predice (principio de Bateman).
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