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Resumen de Anestesia en amigdalectomía y adenoidectomía

Manuel Rodríguez Caldeiro

  • En la amigdalectomía y adenoidectomía la intervención más frecuente con O.R.L. y en la que no hay unanimidad en cuanto al método anestésico más adecuado, ni siquiera sobre la conveniencia de esta anestesia en niños, y en el adulto si es suficiente la anestesia local o debe ampliarse, a una fuerte premedicación o darse preferencia a los métodos de anestesia general. Aportar nuestra experiencia es el objeto de este trabajo.

    Collins y Grapatelli expresan “el más descuidado de los métodos anestésicos es el correspondiente a la amigdalectomía. Esta anestesia es usualmente considerada como una técnica menor, sencilla y que no precisa de la atención de un experto. Suele confiarse al novato y se permiten en ellos condiciones que no serían tolerantes en ningún paciente adulto. Desde el instante que el niño ingresa en el Hospital se le somete a un shock psíquico, fisiológico y farmacológico.

    Al anestesiólogo se le requiere para que adapte a las técnicas del cirujano y practique su quehacer derivando de las mismas. En primer lugar le corresponde la seguridad del paciente, luego dentro de esta seguridad, el facilitar la labor del cirujano. Si esta facilitación permite una mejor intervención, los beneficios son indudables.

    Aunque aparentemente la amigdalectomía no es una gran intervención, las estadísticas si demuestran lo contrario. Así como hay una cirugía mayor y otra menor, no existe anestesia menor, ya que el paciente puede correr un gran riesgo tanto en una anestesia de segundo como en otra de horas.

    El Departamento de Salud de los EE.UU. dio 1 1/4 millón de amigdalectomías al año, de las que 1 millón se hicieron bajo anestesia general.

    Biahop en 1946 citó 942 muertes por amigdalectomía y adenoidectomía de un total de 6.250 muertes por anestesia en el curso de nueve años, según la estadística del United States Burcau of Consus.

    De nueve muertes analizadas por la Comisión de Estudios de Anestesia de Filadelfia, dictaminó que ocho eran previsibles. Los pacientes se encontraban en buenas condiciones, atribuyéndolas a mala anestesia o mala cirugía.

    Revisando Májer las Actas del Instituto Médico-Legal de la Universidad de Viena entre los años 1945-1959, de un total de cuarenta y dos muertes por intervenciones de O.R.L. en que se realizó la autopsia, encontró que en dieciséis se produjo tras amigdalectomía, ocho en niños y ocho en adultos. Los ocho niños fueron operados con anestesia general, los ocho adultos uno con anestesia general y siete con local. Llama la atención el empate necrológico entre niños y adultos; menos una amigdalectomía con anestesia general en adultos, las otras con local, cuando la intervención por amigdalectomía es muchísimo más frecuente en la infancia. Diez de las defunciones se atribuyeron a parada cardiaca refleja, encontrándose en cuanto un abceso peritonsilar.

    Estudiando una serie de estadísticas sobre la mortalidad en anestesia general en 1968 Baumann y Vouzc’h, refieren las frecuentes muertes en operaciones menores o de poca importancia, en pacientes jóvenes y en buen estado de salud. Así citan la relativa gfrecuencia de accidentes en O.R.L. (once muertes por amigdalectomía). Como experto Baumann ha examinado quince muertes debidas a anestesia, de las que diez ocurrieron en el curso de operaciones menores.

    Debe pues pensarse que no es una anestesia fácil, ya que un 75% de los fallos fatales son debidos a errores cometidos y por tanto, evitables. La más peligrosa complicación es la obstrucción respiratoria.

    Este trabajo se basa en la experiencia adquirida en diecisiete años y una cifra de seis mil ochocientos cuarenta y cuatro anestesias para amigdalectomías y adecidectomías, hechas por nosotros y nuestros colaboradores, tanto en la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social, como en el Hospital Provincial y clientela particular. Asimismo en los estudios radiográficos de comprobación, como en las pertinentes pruebas de laboratorio.

    Analizaremos sucesivamente las diversas intervenciones, en función de las cuales va condicionado el proceder anestésico.

    NIÑOS:

    - Adenoidectomía - Amigdalectomía por Guillotina (Sluder) - Amigdalectomía por disección.

    ADULTOS:

    - Amigdalectomía por disección.

    Anestesia para complicaciones, hemorragia postoperatoria tras amigdalectomía.


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