Resumen de Daño moral: del reconocimiento a la problemática de la cuantificación
El presente trabajo objetiva estudiar el daño moral, partiendo de su reconocimiento hasta su cuantificación. Las cuestiones relacionadas a los daños morales están envueltas en discusiones académicas, doctrinarias y jurisprudenciales y, por eso, el asunto es tan importante. Además, por ser un instituto tan conectado al sentimiento humano es aún más polémico. A fin de cuentas, ¿es posible atribuir un valor al dolor? ¿Cuál el valor del dolor? ¿Las personas jurídicas pueden sufrir daños morales? Por estos motivos y tantos otros, requiere un estudio primoroso y detallado. A lo largo de este trabajo, vamos a enfrentar estas cuestiones.
La indemnización por daños morales se convirtió en uno de los asuntos más frecuentemente debatido entre los operadores del derecho, y viene ocasionando problemas de grandes proporciones. El espacio de tiempo entre absoluta negación del instituto y su amplio reconocimiento, abarcando el mayor número de situaciones, por así decirlo, fue muy corto. Y hoy nos encontramos con una realidad asustadora, pues los tribunales están llenos de procesos cuyo pedido consiste en una indemnización por daños morales.
No hay duda de que este proceso se debe, sobre todo, a una madurez de la sociedad, a medida en que la población está más consciente de sus derechos y menos tolerante a las agresiones contra ellos. Por esta razón, recurre al judiciario con mayor frecuencia. Aun así, lo que debería ser la solución para los problemas, no raramente se ha convertido en un problema. En otras palabras, estamos delante de la ¿industria del daño moral¿. Nos encontramos con verdaderos absurdos jurídicos. Una verdadera deturpación del instituto, en que cualquier discusión sin relevancia o meros disgustos cotidianos, se convierten en acciones judiciales objetivando indemnización que, no raramente, son pleiteadas en valores ¿millonarios¿. Eso, sin mencionar determinados casos en que la supuesta ¿víctima¿ crea una situación de ¿daño moral¿, para futuramente pleitear indemnización, objetivando, así, un enriquecimiento ilícito.
Creemos y defendemos que debe haber una postura firme por parte de los operadores del derecho, jamás en el sentido de reprimir el instituto, pero de aplicarlo correctamente a aquellos casos de comprobada situación de estremecimiento moral. Y eso sólo es posible por medio de un proceso dialéctico.
Además, el instituto de los daños morales es aún muy reciente, tanto en el ordenamiento jurídico Brasilero como en el Español, lo que ciertamente contribuye para que dudas, incertezas, injusticias y hasta equívocos ocurran.
