En 1985, se pretendía que la integración de Melilla en la Unión Europea produjera un beneficio local neto mediante un régimen especial que, por el lado positivo, preservara las ventajas fiscales y aduaneras históricas y, por tanto, privilegiara el comercio y compensara unas rentas sociales de familias y empresas perjudicadas por desventajas geográficas y naturales persistentes o permanentes; por el lado negativo, debería asumir como contrapartida obligada determinadas desventajas para otras actividades económicas y sociales. En 2008, existían indicios de que buena parte de las ventajas de dicho régimen podrían haberse agotado y no así las desventajas. En consecuencia y tras analizar el estado de situación de la problemática planteada, según las aportaciones científicas disponibles, se procede a una investigación empírica sobre los efectos en seguridad económica y social hasta 2008 y, tras confirmarse en parte las hipótesis de trabajo, se aborda una investigación prospectiva sobre las mejoras posibles en el marco del acervo comunitario; se culmina ésta con una síntesis de las medidas susceptibles de adopción identificadas y, finalmente, se explicitan las conclusiones alcanzadas.
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