El objetivo de la tesis es estudiar qué significa exclusión financiera en los países desarrollados en un momento de cuestionamiento del modelo bancario y en el que se hace imprescindible la bancarización de la ciudadanía. Nos preguntamos si la reestructuración que afecta al sector está provocando un aumento de la desigualdad en el suministro de servicios financieros entre determinados colectivos o áreas territoriales. La pregunta de investigación principal se formula así: ¿cómo se define la exclusión financiera desde la doble perspectiva de las dificultades de acceso y de uso de los servicios bancarios, en los países desarrollados y en un momento de cambio de modelo del negocio bancario acentuado por la crisis? La estructura de la tesis se divide en tres partes temáticas: La primera parte relaciona las responsabilidades técnicas o financieras de la banca con su responsabilidad social (RS) en el negocio. Los sistemas de evaluación de la RS externa o comercial muestran una insuficiente capacidad para integrar y valorar los impactos sociales surgidos durante el primer periodo de crisis del siglo XXI, y en particular el riesgo de exclusión financiera. Así, se propone un modelo revisado y completo de monitoreo, y se experimenta su aplicación sobre bases de datos de calificación social de empresas durante el periodo 2006-2010, obteniendo sendos índices de RS comercial o externa de la banca europea. Se concluye que el menor tamaño, la orientación de la entidad al mercado minorista y territorial, y el origen en la banca social determinan un perfil más sólido en términos de RS, y se cuestiona el modelo de la gran banca universal. La segunda parte se centra en el estudio de la exclusión financiera en España. La literatura reciente aún considera la sucursal como elemento básico para la provisión de servicios bancarios en un territorio. Partiendo de esta premisa, la tesis revisa los factores que a nivel provincial determinan las diferencias en el grado de acceso y dificultades de uso de las sucursales bancarias tras el periodo más intenso de la reciente crisis (2008-2013), coincidente con los mayores índices de cierre de sucursales. Se analizan las diferencias entre tipologías de entidades bancarias y las tendencias de entidades particulares. Posteriormente, se estudia la situación de las grandes áreas urbanas, territorios de alto crecimiento de la desigualdad socioeconómica durante el periodo de crisis. La hipótesis principal establece que los patrones de reducción y atención en las sucursales bancarias no deberían ser homogéneos, siendo más negativos en aquellos territorios con peores ratios de rentabilidad-riesgo. Los resultados indican una tendencia a la conversión de sucursales a un modelo low-cost en las zonas de clientela menos rentable, y el mantenimiento de un modelo de sucursal con valor añadido en aquéllas con un mayor nivel socioeconómico. La crisis ha aumentado la desigualdad social y la heterogeneidad de las personas en riesgo de exclusión en España, y por tanto, la vulnerabilidad financiera. La última parte revisa la literatura sobre la no-bancarización e infra-bancarización en países ricos, y propone un modelo de análisis bidireccional para la relación entre exclusión financiera y exclusión social. Utilizando la información de una encuesta a 1.050 personas en riesgo de exclusión social, se estudia el impacto de determinados factores (demográficos, pobreza, carencia material, precariedad laboral) en la condición de exclusión y autoexclusión financiera e infra-bancarización, así como las principales dificultades de uso financiero para las personas en situación social vulnerable. Las conclusiones generales a la tesis incluyen recomendaciones para el avance de la RS del sector bancario y propuestas para el fomento de la inclusión financiera desde la propia industria, desde las políticas públicas y desde el sector social.
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