La relevancia de nuestro trabajo descansa sobre el hecho de que Quevedo, en la vertiente de escritor y teórico, no desaprovechó su experiencia como político y cortesano, sino que nos dejó un valioso testimonio, más o menos velado por recursos retóricos y no demasiada cautela, de la mentalidad y el proceder de los hombres públicos de la época a través de sus obras, y fundamentalmente de la Política de Dios. Con él como guía intentamos iluminar algunos rincones de la todopoderosa corte del siglo XVI, algunos procedimientos políticos que siguen pareciendo turbios ...; en suma, respondo, mediante el estudio de la época y de la obra de Quevedo, a dos preguntas: ¿Cómo eran los reyes?, ¿Cómo deberían haber sido?.
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