En la Tesis Doctoral que lleva por título "Exposición infantil a contaminantes ambientales en Granada y posibles efectos en salud" se ha estudiado la exposición a contaminantes ambientales a través del agua, el aire y la dieta, en una muestra de población infantil del área geográfica de atención sanitaria del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, y se ha valorado la significación clínica y poblacional de dicha exposición en la cohorte de niños de la Red de investigación "Infancia y Medio Ambiente" (INMA) establecida en Granada entre 2000 y 2002. Así, en este trabajo se ha podido describir el grado de exposición infantil a contaminantes ambientales de especial interés, como son trihalometanos, NO2, hidrocarburos aromáticos policíclicos y mercurio y, siguiendo las hipótesis planteadas, se ha evaluado la asociación de la exposición a la contaminación atmosférica, por un lado, y a mercurio, por otra, con el neurodesarrollo infantil a los 4 años de edad.
Así, los principales hallazgos de la misma, se resumen a continuación: 1. El riesgo para la salud de la población infantil de la cohorte INMA-Granada por exposición a trihalometanos a través del agua de consumo puede considerarse menor que en otras poblaciones. No obstante, es aconsejable, en cualquier caso, la realización de mediciones periódicas, en diversos puntos de muestreo y en distintos momentos del año, para realizar la valoración adecuada de la exposición poblacional a estos contaminantes.
2. Las concentraciones del contaminante atmosférico NO2, medido en el ambiente exterior del área de estudio, fueron inferiores a las descritas para otras ciudades españolas. Los compuestos orgánicos volátiles presentaron siempre mayores concentraciones en la zona urbana y, entre ellos, tolueno fue el que presentó las concentraciones más elevadas, mientras que la concentración media de benceno no superó en ninguna de las campañas el valor de 3 µ/m3, nivel inferior al valor límite establecido por la UE. La variabilidad espacial y temporal de estas concentraciones fue significativa, e indica que la principal fuente de emisión de estos contaminantes en el área de estudio de Granada es el tráfico de vehículos a motor.
3. Mediante la aplicación de técnicas de interpolación espacial y modelos de regresión fue posible modelizar la distribución espacial de la concentración de NO2, lo que permitió la asignación de un valor de exposición individual a cada niño participante en el estudio, a este contaminante. Los niveles de NO2 asignados, que oscilaron entre 5,15 y 35,23 µ/m3, fueron inferiores a los encontrados en trabajos similares realizados en otras áreas de estudio de la Red INMA e inferiores al valor límite (40 µ/m3) establecido por la Unión Europea.
4. Las concentraciones de 1-hidroxipireno (1-OHP) obtenidas en los niños de la cohorte INMA-Granada, a la edad de 4 años, estuvieron entre 0,004 y 0,314 µmol/mol, niveles que se sitúan en el mismo rango que los descritos en otras poblaciones infantiles no expuestas a niveles ambientales elevados de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs). Los niveles de 1-OHP se asociaron con la exposición individual a NO2, sugiriendo que la contaminación atmosférica relacionada con el tráfico influye en la exposición infantil a HAPs, siendo también la principal fuente de emisión de HAPs en aire exterior en el área de estudio. En cuanto a las fuentes en el interior de la vivienda, se observó una relación con la exposición pasiva al humo de tabaco y el uso de cocina de gas.
5. El análisis transversal de la exposición a contaminación atmosférica derivada del tráfico (NO2) en la submuestra de niños de la cohorte INMA-Granada mostró una relación negativa con el rendimiento cognitivo evaluado a los 4 años de edad, después de controlar por las posibles variables de confusión. Estos resultados sugieren que la contaminación atmosférica propia de zonas urbanas puede tener un impacto negativo en la función neurológica y posterior desarrollo cognitivo del niño. Sin embargo, el efecto es posiblemente más sutil que el observado para otros contaminantes neurotóxicos y requiere, por tanto, de nuevos estudios para ser confirmado.
6. Las concentraciones de mercurio total determinadas en el pelo de los niños de la cohorte INMA-Granada, a los 4 años de edad, estuvieron en el rango 0,04-6,67 ¿g/g, concentraciones que fueron superiores a las encontradas en otras poblaciones infantiles con un menor consumo de pescado, pero inferiores a los niveles encontrados en poblaciones altamente consumidoras. Los factores que determinaron esta exposición fueron: lugar de residencia, edad de la madre, exposición pasiva al humo de tabaco y consumo de pescado azul. Los resultados obtenidos sugieren que la principal fuente de exposición a mercurio en nuestra población de estudio es el consumo de pescado.
7. El análisis de la asociación del efecto conjunto de la exposición a mercurio y el consumo de pescado sobre el desarrollo cognitivo infantil mostró una relación positiva entre una concentración de mercurio total en pelo >1 ¿g/g y retraso en el neurodesarrollo, particularmente en las áreas general cognitiva, de memoria y verbal. Un consumo de pescado >3 veces por semana se asoció con un peor rendimiento en las áreas general cognitiva, ejecutiva y perceptivo-manipulativa. No obstante, la relación observada fue distinta según el tipo de pescado consumido, siendo positiva para el pescado azul y pescado en conserva, y negativa para el pescado blanco y frito, sugiriendo que el balance riesgo-beneficio por el aporte de los nutrientes contenidos en el pescado y la presencia de contaminantes perjudiciales, ha de ser bien evaluado, distinguiendo entre las variedades o especies consumidas, especialmente en zonas donde el pescado forma parte de la dieta habitual de la población.
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