Los infartos cerebrales silentes es una patología vascular importante por tener una alta prevalencia no solo en grupos de riesgo sino también en población en general. Sin embargo los factores desencadenantes y etiopatogénicos no han sido definidos.
Por ello, se diseñó este trabajo diferenciando tres grupos: pacientes con fibrilación auricular (patología cardiaca considerada como embolígena y responsable de patología vascular silente), pacientes con AVC (considerados como un grupo de riesgo), y un grupo control (supuestamente sano).
Se valoraron la existencia de factores de riesgo concomitantes (presencia de fibrilación auricular, hipertensión, diabetes, cardiopatías, entre otros. Se obtuvo como resultado que el único factor determinante y subsidiario de producir infarto cerebral silente es la diabetes mellitus, lo que habla en favor de un mecanismo trombótico en la génesis de esta patología vascular.
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