Se estudia y demuestra que el agua de ciudad rica en electrolitos y principalmente en sodio y más en cloro repercuten desfavorablemente en la homeostasia del lactante. La cloración en exceso es causa de acidosis metabólica hiperclorémica. La sodemia se mantiene normal. Dosis más altas de cloro y sodio en forma de cloruno de sodio se toleran bien según otros autores. El desequilibrio entre cloro y sodio en el agua de consumo empelada para la preparación de los biberones debe cumirolarse. La ebullición del agua la concentra haciéndola aún más peligrosa.
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