A principios del siglo XX, en Italia y en Japón, nacieron dos escritoras que formaron parte de una generación de mujeres dotadas y rebeldes que, en ambos países, hizo escuchar con fuerza las voces femeninas. Se trataba de Maria Bellonci (1902-1986) y de Enchi Fumiko (1905-1986).
Estas dos escritoras, aunque nunca se conocieron, tuvieron mucho en común: ambas se formaron en países donde el movimiento feminista fue minoritario y dividido, y donde hubo una involución autoritaria, que canalizó las energías de las mujeres en las organizaciones estatales y las presionó para que fueran casi exclusivamente madres 1.
Con respecto a la literatura femenina, esto se tradujo en un gran aislamiento de las mujeres escritoras, pero al mismo tiempo en una notable variedad de recorridos. El de nuestras escritoras fue determinado en parte por su clase social y su familia: ambas nacieron en familias de la clase elevada y de mucha cultura y tuvieron padres (varones) que fueron importantes puntos de referencia.
Ambas encontraron su fuente de inspiración en épocas pasadas gloriosas del punto de vista cultural, en las que las mujeres habían tenido un papel destacado: el periodo de Heian ¿¿ (794-1185) y el Renacimiento italiano. Ambas se acercaron a este pasado con preparación cultural de estudiosas (aunque, notablemente, ninguna de las dos tuvo formación universitaria) y con 1 Esta comparación no es casual: en la búsqueda de las verdades del pasado por parte de Bellonci hay una sensibilidad de esta clase, como ha sido señalado por Mario Praz, Ernesto Ferrero y Geno Pampaloni. En la obra de Enchi, un papel trascendental, como veremos, lo tienen justamente las miko (chamanas).
14 una empatía que las llevó a una sensibilidad casi de médium hacia las mujeres cuyas vidas investigaron2.
A ambas se les debe una relectura de la historia de las mujeres de estas épocas que hizo avanzar los conocimientos y los estudios sobre el tema, además de empezar a arrancar los agobiantes velos de los prejuicios patriarcales. Ejemplo de esto son, en el caso de Enchi, sus estudios críticos sobre el Genji monogatari ¿¿¿¿ (Historia de Genji)3, la obra maestra de la literatura japonesa, escrita por una mujer, y su traducción de esta última al japonés moderno. En el caso de Bellonci, son las investigaciones de archivo en que basó todas sus obras, que la llevaron a descubrimientos nuevos sobre la historia de sus personajes, casi todos realmente existidos.
Ambas, además, fueron feministas de una manera inicial, en ciertos aspectos más atrasada que la de muchas contemporáneas suyas. Su feminismo no se tradujo nunca en un compromiso colectivo ni en la reivindicación de derechos; más bien, a través de sus obras, reclamaron el genérico derecho de las mujeres a su personalidad, a su libertad e independencia. Más que por el presente de las mujeres, tuvieron interés por su pasado, y es en su obra de intelectuales y escritoras, en su capacidad de conectar pasado y presente, donde hay que identificar su mayor contribución a la causa de la liberación femenina.
2 Sobre la historia de las mujeres japonesas modernas hay también un ensayo reciente en castellano: Akemi Sait¿, Mujeres japonesas entre el liberalismo y el totalitarismo, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2006. Véase también, en inglés, Gail Lee Bernstein (ed.), Recreating Japanese women 1600-1945, Berkeley, University of California Press, 1991, y Tonomura Hitomi, Anne Walthall and Wakita Haruko (eds.), Women and class in Japanese history, Ann Arbor, University of Michigan Press, 1999. Sobre la historia de las mujeres italianas bajo el fascismo, véase el clásico de Victoria de Grazia How fascism ruled women. Italy, 1922-1945, Berkeley, University of California Press, 1992.
3 Traducción española: La historia de Genji, por Jordi Fibla de la traducción inglesa de Royall Tyler, Girona, Atalanta, 2006. Este monogatari también ha sido objeto de varios estudios de literatura comparada, junto a la Recherche de Proust. El primer estudio fue The idea of time in the japanese and western novel: Proust and Murasaki, de Armando Martins Janeira, France Asia/Asia, n.197 (1969), ps. 127-34. El mismo autor retoma el tema en su libro Japanese and Western literature: a comparative study, Rutland, Vt: Tuttle, 1970. A mucha distancia temporal, siguió el artículo de Doris Bargen The search for things past in the 'Genji monogatari', Harvard Journal of Asiatic Studies, vol. 51, n.1 (June, 1991), ps. 199-232; finalmente, el libro de Shirley M. Loui Murasaki's Genji and Proust's Recherche. A comparative study, New York, Edwin Mallen Press, 1992.
15 El hecho de basarse en el pasado para escribir llevó a ambas a enfrentarse a problemas parecidos en el campo literario: el uso de la lengua, el manejo del tiempo, el problema de qué género y de qué tipo de narración escoger, y el problema de la verdad de la literatura en general y de su literatura en particular. De hecho, ambas utilizaron géneros que mezclan la narrativa y el ensayo y utilizaron muchísimo referencias intertextuales. Además, escribieron por lo menos una obra perteneciente al género de la metaficción historiográfica4: Rinascimento privato (1985)5 en el caso de Bellonci, y Namamiko monogatari (Historia de falsas chamanas, 1965) en el caso de Enchi.
Ambas, finalmente, tuvieron un papel protagónico en la introducción de ciertos temas y géneros en la literatura femenina de sus países. Con respecto a Enchi, se trata del vínculo entre pasado y presente en la representación de la cólera femenina6; con respecto a Bellonci, de la atención por la Historia de las mujeres7.
En cambio, una diferencia entre ellas es la diversidad de sus fuentes de inspiración: Enchi se basa en la extraordinaria tradición de la literatura femenina de Heian; Bellonci en documentos históricos. Esto tiene su influencia en su relación con el problema de la verdad: Bellonci, que escribe sobre hechos reales, sabe que no puede reconstruir exactamente lo que sus personajes pensaron o sintieron. En algunos casos (sobre todo los de Lucrezia Borgia e Isabella d'Este) sus descubrimientos evolucionan en el tiempo. Sobre todo, su paso de un género peculiar, que mezcla investigación histórica y ficción, a la novela en sentido 4 Sobre este género, véase el ensayo de Linda Hutcheon The pastime of past time: fiction, history, historiographical metafiction, en Marjorie Perloff (ed.), Postmodern genres, Norman and London, University of Oklahoma Press, 1988, ps. 54-74.
5Traducción española por Carlos Alonso, Renacimiento privado, Madrid, Espasa Calpe, 1990.
6 Cf. Nina Cornyetz, Dangerous women, deadly words. Phallic fantasy and modernity in three Japanese writers, Stanford, Stanford University Press, 1999, p. 102.
7 Cf. Massimo Onofri, Introduzione, en Maria Bellonci, Opere, volumen II, Milano, Mondadori, 1994, ps. XLIII-XLIV.
16 estricto, es lentísimo. Por el contrario, Enchi ya parte de fuentes de ficción y cuenta con una tradición narrativa mucho más refinada que la italiana. Así pues, por un lado cuestiona todas las verdades que ella misma expone, sobre todo en Namamiko monogatari, su obra maestra. Por otro lado, manipula las fuentes para crear una verdad propia.
Tenemos así claras las principales diferencias entre ellas: el deseo de Bellonci de dejarlo todo claro y los juegos de Enchi con la ambigüedad; la presencia de lo sobrenatural en la obra de Enchi y el realismo racionalista de Bellonci.
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