Introducción El cáncer de mama constituye un problema de salud pública de primer orden a nivel mundial. Es la neoplasia maligna más frecuente en la mujer. En 2012 se diagnosticaron 1.670.000 en el mundo, lo que representa el 25% del cáncer femenino. Además, es la principal causa de muerte en la población femenina de entre 35 y 54 años de cualquier región, y origina unos 521.000 fallecimientos anuales a nivel mundial. En España, donde los tumores son la segunda causa de muerte tras las enfermedades del sistema circulatorio, el cáncer de mama es la primera causa de mortalidad por cáncer en la mujer, y fue responsable de 6.477 muertes en 2013. A pesar de las cifras anteriores, el pronóstico del cáncer de mama ha experimentado una substancial mejoría en las últimas décadas gracias a dos pilares fundamentales, como son la incorporación de los programas poblacionales de detección precoz y los avances en los tratamientos. Así, la monitorización del funcionamiento y resultados de los programas de cribado ha confirmado que el descenso en la mortalidad por esta causa específica es similar a lo pronosticado en el metaanálisis de los ensayos clínicos previos, o incluso superior. Sin embargo, algunas voces críticas discrepan de tal afirmación y defienden que, aunque es indudable que existe un cierto beneficio derivado del cribado poblacional, su efecto es mucho más modesto y alertan de sus riesgos y posibles efectos adversos. Por otro lado, se reconoce que el diagnóstico precoz del cáncer de mama con mamografía es superior a otras técnicas de detección, como la exploración física, en un hecho trascendental como es la posibilidad de curar la enfermedad empleando tratamientos con menor morbilidad. Aquí las críticas apuntan al potencial sobrediagnóstico y tratamiento posterior de casos que, en su historia natural, podrían haber tenido un curso clínico indolente. De este modo, múltiples cuestiones de gran relevancia, aún sin una resolución definitiva, persisten en torno al cribado mamográfico de mujeres asintomáticas, que han sido abordadas en diversos estudios con el fin de contrastar las ventajas e inconvenientes de detectar la enfermedad en un entorno de cribado o fuera de él, así como las características que el cáncer de mama presenta en cada una de esas circunstancias. Desarrollo teórico Los objetivos que hemos establecido en nuestro trabajo son: 1. Realizar un estudio comparativo de las características clínicas, radiológicas y anatomopatológicas de los carcinomas diagnosticados en el programa poblacional de detección precoz y los procedentes de otras consultas. 2. Analizar los estadios TNM en ambos grupos. 3. Comparar el tipo de tratamiento efectuado en cada uno de los grupos. Para ello, hemos llevado a cabo un estudio retrospectivo de las pacientes de 45-65 años de edad diagnosticadas de carcinoma de mama en la unidad de diagnóstico de patología mamaria (UDPM) de La Rioja desde enero de 2003 hasta diciembre de 2011. La muestra en estudio, formada por 732 mujeres que presentaron un total de 758 carcinomas de mama, ha sido dividida en dos grupos en función del nivel asistencial desde el que se realizó la derivación a la UDPM: 457 carcinomas procedentes del programa poblacional de detección precoz de cáncer de mama (PPDPCM) de la Comunidad Autónoma de La Rioja y 301 de consultas médicas (atención primaria o atención especializada). Por otra parte, el grupo de pacientes no procedentes del PPDPCM se ha dividido en tres subgrupos, dependiendo del criterio de indicación del estudio diagnóstico: 218 por clínica sospechosa de cáncer de mama, 13 por clínica no sospechosa de cáncer de mama y 70 como cribado oportunista. Hemos analizado múltiples variables principales y secundarias en cada grupo y subgrupo de carcinomas de mama, relacionadas con el diagnóstico, tratamiento y estadio tumoral, mediante la realización de estudios estadísticos de tipo descriptivo y analítico. Conclusión 1. Los carcinomas de mama detectados en el PPDPCM presentaron estadios más precoces y un menor grado histológico que los diagnosticados en otros servicios médicos (p<0,05). 2. La frecuencia de tratamientos menos agresivos, respecto al tratamiento inicial y a la técnica quirúrgica en la mama, fue más elevada en las mujeres del PPDPCM (p<0,05). 3. La biopsia selectiva de ganglio centinela se realizó con mayor frecuencia en el grupo de pacientes procedentes del PPDPCM. 4. No hemos encontrado diferencias significativas entre el cribado poblacional y oportunista para: clínica asociada al carcinoma, clasificación BI-RADS®, diagnóstico prequirúrgico, grado histológico, tratamiento inicial y estadio tumoral. 5. Los carcinomas detectados en cribado oportunista fueron más favorables que los derivados por clínica sospechosa, al analizar el grado histológico, tratamiento inicial, cirugía en la mama y estadio tumoral (p<0,05). 6. El resultado al comparar el cribado oportunista con el subgrupo con clínica no sospechosa es similar al anterior, pero sin significación para la técnica quirúrgica mamaria. 7. La tasa de mastectomías fue más alta en cribado oportunista que en cribado poblacional (p<0,05). 8. La edad más baja de la población de estudio correspondió a las mujeres con clínica sospechosa de malignidad. 9. La exploración física clínica mamaria presentó una baja sensibilidad en nuestra población. 10. La autoexploración física mamaria, a nivel individual, puede tener un impacto positivo en el pronóstico del cáncer de mama. 11. El conocimiento por parte del radiólogo de la existencia o no de clínica podría condicionar la asignación de las categorías BI-RADS® en mamografía y ecografía.
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