Introducción: Nuestro grupo publicó un caso de una mujer con cirrosis biliar primaria en la cual sus niveles de colesterol excedían, y mucho, lo esperado para esta enfermedad, además se demostró que las cifras de colesterol eran independientes de las cifras de bilirrubina, lo cual indica que el ataque autoinmune contra el epitelio biliar induce defectos específicos en la excreción biliar y no sólo la simple destrucción de los conductos biliares en la triada portal justifica las elevadas cifras de colesterol. Por otro lado, las causas de hipercolesterolemia primaria se agrupan fundamentalmente en defectos genéticos en varios genes como el gen del receptor de LDL (LDLR), de APOB, PCSK9 o de causa poligénica, etc, pero en ningún caso se ha planteado el origen autoinmune de la hipercolesterolemia en sujetos con fenotipo de hipercolesterolemia primaria. El caso publicado por nuestro grupo no mostró mutaciones en ninguno de los genes causales de hipercolesterolemia primaria. Hipótesis: En un porcentaje de sujetos con fenotipo de hipercolesterolemia primaria, dicha hipercolesterolemia se produce por alteraciones de origen inmune en la eliminación biliar del colesterol. Materiales y método: Se estudiaron dos grupos de sujetos, todos del sexo femenino: Grupo 1: Sujetos con hipercolesterolemia primaria, grupo de casos, sin mutaciones en el gen del LDLR, de APOB, PCSK9 y APOE. Grupo 2: sujetos de población general, considerado grupo control. En ambos grupos se determinaron varios autoAc relacionados con patologías autoinmunes de la vía biliar: anticuerpos antinucleares (ANA), anticuerpos antimitocondriales (AMA), anticuerpos antimúsculo liso (ASMA) y anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos tipo perinuclear (pANCA). Además se evaluó la medición del grosor íntima-media (GIM) carotídeo y además los estudios analíticos. Resultados y conclusiones: Se estudiaron un total de 365 sujetos, todos del sexo femenino y de ellos 160 casos controles y 205 casos con hipercolesterolemia primaria con cLDL ?190 mg/dL y sin mutación en el gen del LDLR, en ambos grupos se excluyeron los sujetos con posibles causas secundarias de hipercolesterolemia. Los principales resultados fueron los siguientes: 1- La prevalencia de los anticuerpos antinucleares, antimitocondriales y antimúsculo liso en sujetos con fenotipo de hipercolesterolemia primaria sin mutaciones en el gen del LDLR, en el gen de APOB, en el gen PCSK9 y en el gen de APOE es del 7,36%, 0,98%, 0% para anticuerpos antinucleares, anticuerpos antimitocondriales y anticuerpos antimúsculo liso, respectivamente, 2- Los niveles de pANCA no mostraron diferencias entre los casos y los controles, estando todos los resultados dentro de la normalidad, 3- La proporción de autoanticuerpos en un grupo de sujetos con fenotipo hipercolesterolemia primaria sin mutaciones en el gen LDLR, en el gen de APOB, en el gen PCSK9 y en el gen de APOE y en el grupo control fueron similares, 4- El fenotipo lipídico de los sujetos con autoinmunidad positiva (ANA positivo) no se modifica con respecto a aquéllos con autoinmunidad negativa (ANA negativos), pero los sujetos con autoanticuerpos relacionados con la vía biliar (AMA, ASMA) se caracterizan por una concentración de cHDL y de apoA1 más baja que los sujetos sin estos autoanticuepos., 5- La concentración plasmática de PCR es mayor en sujetos con hiperlipemias primarias que en el grupo control, 6- La concentración plasmática de PCR no está aumentada en sujetos con autoanticuerpos (anticuerpos antinucleares) positivos con respecto a controles, pero parece existir una relación entre niveles de PCR y titulación de los anticuerpos antinucleares: a mayor título de anticuerpos antinucleares, mayor concentración plasmática de PCR y 7- La arteriosclerosis subclínica medida por ecografía carotídea se asoció con la concentración de PCR tanto en casos como en toda la muestra y en el grupo de sujetos con autoanticuerpos positivos se relacionó con los tertiles de PCR.
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