María Amparo Andreu Catala
La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central (SNC) que afecta al cerebro y a la médula espinal. Es una enfermedad crónica y aparece en un momento vital de la vida ( Entre los 20-40 años de edad). El diagnósitco de la enfermedad puede ser devastador para el paciente y la familia. La naturaleza incierta de la evolución de la enfermedad hace que sea muy difícil acostumbrarse psicologicamente a la enfermedad y su futuro.La enfermedad afecta a la calidad de vida, al estado de felicidad y satisfacción mermando en ocasiones las relaciones sociales, la autoestima, las relaciones de pareja, la economía...Todas estas alteraciones en ocasiones pasan desapercibidas , sin embargo, tienen una grave repercusión en la vida cotidiana. Muchos pacientes ven su vida truncada y sin sentido. Sin embargo muchas personas siguen conservando su autonomia despues de 20 años de manifestarse la enfermedad. Objetivo: Identicar la relación existente entre el grado de discapacidad derivado de la enfermedad de Esclerosis Múltiple y la percepción de felicidad Definir los factores generadores de estrés y los factores protectores frente a la enfermedad. Pacientes y Métodos: Se incluyó a 50 pacientes con EM de los cuales el 72% eran hombres y el 28% mujeres divididos según su grado de discapacidad medido con la escala EDSS siendo 16 con discapacidad leve (entre 0-3 EDSS), 19 con discapacidad moderada (EDSS 3,5-6) y 15 con discapacidad grave (más de 6,5 de EDSS) . Se les administró una batería de 12 cuestionarios acerca de sus condiciones sociodemográficas, evolución de la enfermedad, procesamiento cognitivo, autoeficacia, salud mental y bienestar percibido. Resultados: Se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la forma de discapacidad y la edad, la situación ocupacional y el número de hijos conviviendo. Diferencias estadísticamente significativas entre la discapacidad y la forma de la enfermedad y diferencias estadísticamente significativas entre la discapacidad y el procesamiento cognitivo, la satisfacción con la vida, la fatiga y la dependencia. Conclusión: La discapacidad no está asociada con la felicidad. La depresión y la dependencia perjudican la felicidad. El apoyo social y la satisfacción con la vida favorecen la percepción de la felicidad.
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