Beatriz Lobo Álvarez
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional con elevada prevalencia en la sociedad que se caracteriza por la presencia de dolor o molestia abdominal asociada a cambios en el hábito deposicional. Su diagnóstico es clínico al carecer de marcadores biológicos, sin embargo, las evidencias científicas aportadas en los últimos años sugieren una etiología multifactorial que origina, en la mucosa intestinal del SII con predominio de diarrea (SII-D), una condición de inflamación crónica de bajo grado y una alteración en la función de la barrera intestinal asociada a la hipersensibilidad visceral y la alteración motora en estos pacientes. El tejido linfoide asociado al intestino forma parte de la función barrera intestinal y es determinante en el mantenimiento de la homeostasis. El exceso de activación del sistema inmunológico se relaciona con alteraciones en las funciones intestinales y, en consecuencia, con el desarrollo de patologías intestinales. Concretamente, la activación del mastocito y su proximidad a terminaciones nerviosas en la mucosa se asocian a la sintomatología característica del SII, por lo que estrategias dirigidas a la modulación de su activación podrían ser beneficiosas para la recuperación de la homeostasis intestinal y la mejoría clínica de estos pacientes. Este trabajo analiza el efecto del tratamiento oral con cromoglicato disódico (CGDS), un agente estabilizador del mastocito, en la evolución de los síntomas propios del SII y los cambios moleculares asociados a la respuesta clínica que acontecen en la mucosa intestinal. Para ello, realizamos un primer estudio exploratorio durante 6 meses que comparó el efecto de la administración oral de CGDS oral (600mg/día) en pacientes de SII-D sobre las principales manifestaciones clínicas frente a otra cohorte que no recibió tratamiento alguno. El CGDS mostró un beneficio clínico al reducir en la mayoría de los pacientes la intensidad del dolor abdominal un 50% y normalizar la consistencia de las deposiciones en el 75%. Además de la eficacia clínica, la expresión de genes asociados a la activación del mastocito y la inmunidad innata en la mucosa yeyunal, disminuyó de forma significativa tras el tratamiento con CGDS, mostrando niveles similares a los presentes en los sujetos sanos. Para determinar la eficacia terapéutica del CGDS e identificar los mecanismos subyacentes a la mejoría clínica, realizamos un ensayo clínico durante 6 meses, randomizado, doble ciego y controlado con placebo en una cohorte de 42 pacientes de SII-D (razón de 1:1). Ambos grupos mostraron una disminución significativa en los valores de severidad del SII y dolor abdominal sin hallar diferencias entre ambos. Sin embargo, el efecto del CGDS fue mayor respecto al placebo en la mejoría de la consistencia de las deposiciones. Por otra parte, el grupo que recibió placebo, mostró una asociación entre la depresión y la intensidad del dolor abdominal, lo que sugiere la existencia de mecanismos subyacentes a la respuesta al placebo. El CGDS generó un impacto mayor sobre el transcriptoma de la mucosa intestinal en comparación al placebo, asociado a mecanismos de control del balance de la respuesta inmunológica, la homeostasis del epitelio y el estrés oxidativo. En resumen, hemos contribuido a ampliar el conocimiento actual sobre los efectos clínicos y biológicos derivados de la estabilización del mastocito de la mucosa intestinal. El CGDS mejora principalmente la diarrea y la consistencia de las deposiciones, entre los síntomas principales del SII-D. Este efecto se asocia al restablecimiento de la homeostasis intestinal por su acción antiinflamatoria y antioxidante.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados