La idea central de este trabajo es definir el lugar que ocupa la ficción en la hermenéutica filosófica gadameriana relacionando el modelo de la comprensión con el modelo del juego. Como resultado se plantea la posibilidad de una hermenéutica ficcional que recupera el estatus problemático de la ficción filosófica. La primera parte propone una interpretación del pensamiento de Gadamer desde una perspectiva que muestre la importancia de temas tales como el método en tanto garante de la verdad, el problema de la filosofía práctica en la actualidad, la desvinculación entre retórica y ética, la necesidad de cuestionar a la racionalidad positiva y la relación humana con la técnica, que lo vinculan directamente con el problema de la ficción y del juego. Para ello se rastrean las influencias del ficcionalismo que lo relacionan con el neokantismo de Marburgo y Baden; se analizan las respuestas a las aporías de Dilthey a fin de comprender el problema del historicismo y de la división de las ciencias y se relaciona a Gadamer con Heidegger a través de la noción de hermenéutica de la facticidad . Llegado este punto se presentaron las discusiones con tres sus contemporáneos (Vattimo, Habermas y Derrida) para mostrar el trabajo posterior a la recepción de Verdad y Método que vincula a Gadamer con la crítica a la racionalidad ilustrada. La segunda parte está dedicada a mostrar al juego como experiencia hermenéutica fundante. El juego aparece como el modelo en el cual la conciencia busca un sentido (prescindiendo de conceptos como verdad o razón) que proporciona un espacio a la alteridad y con ello a la participación. En segundo lugar, se distingue entre modos, ámbitos y formas del juego. Esta distinción facilita entender cuando el juego se convierte en una acción consciente, reglada y sometida a sus fines, y por tanto humana ; cuando a causa de los ámbitos (seriedad, libertad, simbólico y divininidad) que el juego toca el ser humano tiene que escoger, deliberar, distinguir y unir; y cuando según sus formas (ficción, mimicry y transformación) se refiere a la manera en que el juego se mezcla con lo real. En este momento se llega al punto central de la investigación para acotar el concepto de 'ficción' en sus referencias filosóficas tanto lógicas como semánticas para así relacionar el juego con el arte, el lenguaje, la historia y la verdad; cada una de ellas aportarán uno o varios elementos que ayudarán a acabar el modelo de la estructura de la comprensión. La tercera parte se centra en mostrar el tratamiento ficcional de la verdad hecho por Gadamer, que es lo que hace posible que se pueda comprender al mundo y desde esa comprensión hacerlo habitable. Por ello hay una distinción sobre los tipos de ficcionalismo, usando a la tradición analítica y así relacionarla con las tesis narrativistas de H. White. Como resultado, el tratamiento de la ficción que propongo no está relacionado con la ficción semántica sino con la productividad de la ficción que se evidencia como producción de sentido, que en el trabajo se traduce como la habitabilidad del mundo -un concepto con resonancias de Gadamer y White-. Ello conlleva a cuestionar la idea positiva de verdad y a reconocer un mundo compartido en la referencialidad que modera la oposición entre ficción, verdad y realidad permitiendo la productividad cognitiva en palabras de Ricoeur, la reconciliación en palabras de Cruz, la participación en un diálogo común en palabras de Gadamer. El aporte más importante de esta investigación es que aporta a las teorías narrativistas actuales una perspectiva que obliga a reparar en la autocomprensión y en las formas en que ésta aparece como resultado de la producción del sentido (habitabilidad del mundo). En su aplicación práctica ayuda a esclarecer las ficciones ocultas tras los discursos de los diferentes actores sociales que deben ser comprendidos e interpretados.
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