El objetivo de la investigación es el estudio de los rasgos que caracterizan la estructura territorial de Bogotá y los 17 municipios de su área de influencia inmediata, y el análisis de los cambios ocurridos durante el transcurso de la última década. Así mismo, se busca mensurar la magnitud de los impactos que esta nueva estructura haya provocado sobre las dinámicas urbanas de los entornos en transformación. Se utilizó el método funcional del valor de interacción para la identificación de los sistemas urbanos locales; el método de umbrales de referencia para la delimitación del centro económico de la ciudad; métodos paramétricos para la identificación de candidatos y subcentros de empleo desde una perspectiva morfológica; indicadores de caracterización territorial para el estudio de los subcentros; y el análisis de regresión lineal para el estudio de la relación entre el cambio de uso y los valores inmobiliarios impulsados por las transformaciones sobre la estructura urbana. Se utilizaron principalmente las dos encuestas de movilidad aplicadas en la ciudad para los años 2005 y 2011, y las bases de datos del Catastro Distrital para los mismos periodos. Desde la perspectiva funcional, se encontró para 2011 una estructura territorial constituida por sistemas urbanos integrales (incluyendo todos los viajes efectuados diariamente al interior del área metropolitana de Bogotá), caracterizados por cumplir las condiciones de autocontención y continuidad requeridos en la periferia, y con problemas para su consolidación al interior de la ciudad central. Se encontró que los viajes con motivos distintos al laboral se realizan a distancias considerablemente más cortas que los viajes al trabajo y utilizan básicamente el modo ‘a pie’ para su traslado. Se concluye que el grueso de los viajes registrados por la encuesta de movilidad del año 2011 se hace a una escala más local que los viajes al trabajo, lo cual genera cierta cohesión territorial y por tanto facilita la aplicación del método del valor de interacción para la identificación de subsistemas metropolitanos. Desde el enfoque morfológico, se encontró un bajo nivel de policentrismo representado por un centro de doble núcleo para ambos periodos examinados y tres subcentros significativos y persistentes en el tiempo, ubicados al interior de la ciudad central. El análisis dinámico del CBD y los subcentros estadísticamente significativos muestra ligeras diferencias tanto en el primero como en la zona de transición pero mayores diferencias en la identificación de subcentros, pues mientras unos persisten, otros surgen o desaparecen en 2011 con respecto al año 2005. Los sectores que se mantienen en todo el periodo son Country Club, una zona principalmente residencial de estratos altos al norte de Bogotá, con actividad económica especializada en construcción, servicios y restaurantes y hoteles; Puente Aranda con poca actividad residencial y en cambio sí comercial, de industria y servicios financieros; y Ciudad Salitre Oriental con vivienda de estratos medios y una gran mezcla de usos dotacionales para la administración pública y grandes superficies comerciales. La denominada Zona Industrial de Bogotá surge en 2011 como explicativa del patrón de densidad laboral, desempeñando un papel decisivo no tanto en la actividad productiva, como sí en la comercial y dotacional de sus zonas aledañas. Finalmente, resaltar la existencia de dos nodos importantes en 2005 (Parque Simón Bolívar y San Rafael) que no alcanzan a consolidarse en 2011 como subcentros de empleo. Finalmente, el análisis de las dinámicas urbanas encontró un incremento importante de la actividad terciaria en detrimento del uso industrial, tanto en la totalidad de la ciudad como en los subcentros analizados; así como importantes incrementos en los avalúos, la mayoría de las veces mayores al incremento medio de la ciudad.
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