La obesidad es un trastorno crónico, complejo y multifactorial. Aunque los factores genéticos pueden predisponer a la obesidad infantil (Azcona, Romero, Bastero y Santamaría, 2005), son las variables del estilo de vida, alimentación y sedentarismo, las que más influyen como responsables de la obesidad (Moreno, González-Gross, Kersting et al., 2008). Los problemas ocasionados por la obesidad son físicos, entre ellos mantener la obesidad en la vida adulta y la presencia de los factores de riesgo cardiovascular (Tojo y Leis, 2004; SEEDO, 2007), y psicosociales como aislamiento social, pérdida de autoestima y estigmatización social (Sánchez y Gabaldón, 2003). El objetivo de la presente investigación consiste en avanzar en el estudio del Modelo de Creencias de salud (MCS) y su relación con la obesidad. Las variables a estudiar son las dimensiones del Modelo: severidad y vulnerabilidad percibida, probabilidad de acción preventiva o curativa y las conductas o variables del estilo de vida relacionadas con la obesidad durante la adolescencia, de los 12 a los 16 años. En función de las variables demográficas género, edad, tamaño de la población del lugar de residencia y valores del Índice de Masa Corporal (IMC). Los instrumentos utilizados son: Cuestionario sobre conceptos y problemas relacionados con la obesidad, Inventario de Conductas de salud en Escolares (1985/86): A WHO cross-national survey HBSC-; Wold, 1995), Inventario de Trastornos de Salud de la Conducta Alimentaria (Garner, 1998), Escala de Creencias sobre las personas obesas (Allison, Basile y Yuker, 1991; Friedman et al., 2005) y el IMC de los adolescentes. Se selecciona una muestra aleatoria estratificada y proporcional de 915 adolescentes representativa del universo de los alumnos de 12 a 16 años de Guadalajara matriculados en la Educación Secundaria Obligatoria. Nivel de confianza del 95,5% y error de +/- 3. Como conclusiones indicar que los adolescentes desconocen qué es la obesidad y sus consecuencias (prácticamente un 50%); conceptualizan la obesidad como un problema estético (71,1%), especialmente las chicas. Un 81% de los adolescentes cree que los obesos comen más que los no obesos y un 55% cree en la falta de control de la persona para dejar de comer como la causa de la obesidad. Los adolescentes comen a diario pocas verduras y hortalizas (9%) y frutas (36%), y en exceso dulces y golosinas (20,55%), refrescos (18,69%), embutidos (16,07%). El consumo de legumbres es el adecuado. Los chicos desayunan y meriendan con mayor frecuencia. Las chicas en sus menús introducen más alimentos saludables. Los adolescentes pasan más horas diarias viendo la TV y jugando con el ordenador, videoconsola o similares que haciendo ejercicio. La prevalencia de sobrepeso y obesidad es de un 27,87%, siendo mayor la incidencia en los chicos y por edad a los 12 años. Por el valor de IMC no se haya diferencias en los conocimientos sobre la severidad de la obesidad, las creencias sobre su etiología y los comportamientos del estilo de vida; las diferencias halladas son la autopercepción negativa de la imagen corporal, la obsesión por la delgadez y la mayor vulnerabilidad percibida en los adolescentes con obesidad.
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