La irrupción de internet en nuestras vidas ha significado nuevos hábitos de ocio y consumo. Ac- cedemos a la información a través de la pantalla de un ordenador, tableta o teléfono inteligente (smartphone), vemos los programas de televisión y las series preferidas en streaming, oímos la radio a través de podcasts o escuchamos la música que nos gusta a través de iTunes o Spotify. La lectura de libros, revistas o periódicos no iba a ser una excepción. Las publicaciones digitales son otra experiencia surgida en internet que ha cambiado la forma de distribución y consumo de contenidos respecto a los formatos impresos. La mayoría de las editoriales no tienen una estra- tegia clara sobre la forma de presentar sus productos en formato digital ya que no cuentan con modelos de negocio definidos. La tecnología existente incorpora un amplio abanico de posibili- dades multimedia y multisoporte y crea un lenguaje propio que le diferencia de las publicaciones impresas. 7 Nos encontramos, por tanto, ante un nuevo ecosistema mediático, ante una forma de distribu- ción de contenidos distinta donde las empresas editoras escrutan diferentes formas de negocio con el que intentan reorientar sus estrategias comerciales pensadas para los medios impresos. Como director de arte y profesor de periodismo especializado en diseño editorial, me interesaba ver de qué manera la aparición de las aplicaciones digitales han significado o no una disrupción en los planteamientos de la empresa editorial tradicional y si ésta ha modificado sus actuaciones en consecuencia. En el año 1994 aparecieron en España las primeras publicaciones digitales con personalidad propia. La posibilidad de trabajar en otras dimensiones que no fueran únicamente el ancho por el alto del formato impreso comenzaba a ser posible y ahora se ha consolidado.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados