Elisabet Pedrosa Tapias
La Enfermedad inflamatoria intestinal engloba una serie de enfermedades, siendo las más frecuentes la Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn. Estas enfermedades de etiología desconocida y sin tratamiento curativo cursan crónicamente con periodos de remisión. Epidemiológicamente afectan a países industrializados lo que indica la influencia del factor ambiental siendo la dieta un factor clave. La evolución epidemiológica de esta enfermedad y de los hábitos alimenticios de las poblaciones con mayores índices de incidencia muestran una relación entre el aumento del consumo de grasas, especialmente de la familia n6.Los primeros datos genéticos quedaron patentes en estudios con gemelos y con familiares de enfermos. En la actualidad algunas alteraciones genéticas se asocian a distintos fenotipos de la enfermedad.Para el correcto funcionamiento del colon la mucosa intestinal compartimentaliza sus elementos de manera que se beneficia de los elementos positivos (nutrientes y flora comensal) a la vez que se protege de los posibles agentes tóxicos o patológicos del medio extraintestinal. En primera línea de interacción una monocapa epitelial constituye una barrera selectiva. Formada por células especializadas en la secreción de factores protectores y agentes antimicrobianos, y provistas de distintos receptores, el epitelio intestinal está implicado en la adquisición de la tolerancia frente a nutrientes y flora comensal mediante la información captada por estos receptores y que es transferida al compartimiento que se encuentra por debajo de esta monocapa epitelial, la lámina propia. En la lámina propia distintos tipos celulares inmunocompetentes instauran tolerancia frente a los nutrientes y a la flora comensal y estructuran una respuesta efectora frente a patógenos. La teoría más consolidada de las causas de la enfermedad inflamatoria intestinal es el reconocimiento anómalo de la flora comensal por parte del sistema inmune de la mucosa intestinal, provocando una inflamación descontrolada y crónica en individuos con predisposición genética. Aunque los factores causantes de la enfermedad inflamatoria intestinal no se conocen, los factores implicados están bien definidos: la dotación génica del individuo y la funcionalidad de los compartimientos de la mucosa cólica (epitelio y lámina propia) todo ello modulado por el ambiente.Frente a la complejidad del estudio de los factores implicados en la enfermedad inflamatoria intestinal los modelos experimentales suponen la posibilidad de recrear situaciones ambientales controladas, de testar distintos elementos nutricionales, farmacológicos, etc. y poder estudiar los efectos sobre el órgano afectado. El modelo de ratones deficientes para IL10 es un modelo que muestra alteraciones en la función barrera y que desarrolla un patrón inflamatorio Th1 similar al de la enfermedad de Crohn. Estos animales desarrollan enterocolitis espontáneamente con distinta gravedad en función de las condiciones de estabulación. Esta tesis ha tenido dos objetivos principales, valorar el desarrollo de enterocolitis en este modelo de colitis espontaneo estabulando los animales "wild type" (WT) y IL10 (-/-) en condiciones "specific pathogen free" y en condiciones convencionales. Y por otro evaluar el efecto terapéutico de triglicéridos de cadena media (MCT) en este mismo modelo substituyendo el 50% de la fracción lipidica de la dieta (ácidos grasos familia n6) por MCT (n6/MCT). El primer estudio muestra como en un ambiente controlado se consigue contener la inflamación sin que esta revierta sobre la lámina propia regulando mecanismos celulares (apoptosis) y moleculares (vía TLR/MyD88) mientras que en un ambiente complejo antigénicamente hablando la inflamación alcanza la lámina propia.El estudio terapéutico muestra resultados alentadores sobre la substitución de parte de la fracción lipídica de la dieta con MCT aunque son necesarios estudios con otros modelos de colitis.
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