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Resumen de El euro y la inflación percibida

Antonio Jesús Arrieta Gutiérrez

  • español

    El lanzamiento de la Unión Económica y Monetaria (UEM) y del euro ha sido considerado como uno de los cambios más importantes acaecidos en el Sistema Monetario Internacional (SIM) desde los Acuerdos de Jamaica de 1976. No obstante, coincidiendo con el cambio de moneda a euros en enero de 2002, se pudo observar un curioso fenómeno: una disociación entre la inflación medida y la inflación percibida, caracterizado generalmente por mayores niveles de inflación percibida una vez en circulación los billetes y monedas en euros, comparado con similares niveles de inflación cuando circulaban las monedas nacionales. Este fenómeno se observó en toda la UEM principalmente durante los dos primeros años de circulación de la moneda única, i.e. 2002 y 2003. Las circunstancias únicas alrededor del cambio de moneda de 2002, que fue considerado un momento histórico por la gran mayoría de los ciudadanos europeos y por la comunidad financiera y monetaria internacional, y el tremendo impacto que el uso de una nueva moneda tiene en la vida cotidiana de los consumidores, les resultó muy complejo asimilar toda la información sobre cambios de precios, avisos sobre redondeos de precios al alza, avisos sobre falsificación de billetes, nuevos diseños y denominaciones de los billetes y monedas, tanto antes como después de la introducción de la moneda única. Todo lo cual pudo muy bien causar la disociación entre la inflación medida y la inflación percibida. En estas circunstancias, debido a la sobreexposición a información sobre cambios de precios, los consumidores difícilmente pudieron considerar todos los precios de cada uno de los artículos de consumo a la hora de construir su percepción de inflación, teniendo que mantenerse racionalmente inatentos a los cambios de precios de un número de artículos y mantenerse racionalmente atentos a otros artículos a los que atribuyen más importancia. En la bibliografía sobre el tema, es notorio que tras el cambio de moneda al euro una serie de publicaciones presentaron estudios sobre cambios de precios, tanto para un reducido número de bienes y servicios como para un número reducido de Estados miembros Otras publicaciones se centraron en la ilusión monetaria causada por el cambio de moneda, debido tanto al uso en sí de una nueva moneda como al uso de tipos de conversión erróneos con las monedas nacionales. Finalmente, otras publicaciones sobre psicología del consumo trataron este tema, muchas de ellas basadas en experiencias empíricas, editando estudios sobre como los consumidores desarrollaron intuitivamente sus precios en la nueva moneda, concluyendo que este proceso requiere una cantidad de tiempo considerable, tanto para familiarizarse con el uso de la nueva moneda, o como consecuencia de requerir un estímulo creciente en forma de cambios de precios para desarrollar igual percepción en forma de Índice de Inflación Percibida (IIP). Desarrollo teórico Esta Tesis explora el área concreta de la influencia del uso de los billetes y monedas como medio de pago en el diferencial observado entre la inflación percibida y la inflación medida, centrado en el periodo del cambio de moneda y cuantificando esta disociación en la diferencia entre la inflación medida por las autoridades medido por el Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA), con la inflación percibida por los consumidores europeos medida por el índice IIP. Las fuentes de datos utilizadas en esta Tesis son, como indicador de los cambios de precios, los datos nacionales mensuales para las 39 subclases del índice IPCA, tal como lo publica Eurostat, y como indicador de la inflación medida, se utiliza el índice IIP a nivel nacional tal como lo compila la Comisión Europea (CE). El período de tiempo anterior al euro considerado en la Tesis es de 1996 hasta 2001 y el periodo del cambio de moneda, los años 2002 y 2003. La Tesis sigue un desarrollo secuencial buscando encontrar una relación entre los cambios de precios publicados por las autoridades y la inflación percibida por los consumidores europeos, para, a continuación introducir el factor de uso del efectivo en los pagos en esta relación. De este modo, en primer lugar se realiza una evaluación de la evolución de los precios de cada subclase del IPCA utilizando una serie de parámetros linealizadores que buscan realizar una medida comparativa directa entre las distintas subclases y Estados miembros para identificar potenciales patrones de comportamiento. El resultado de este ejercicio inicial es la constatación de como el cambio de moneda a euros de 2002 causó un punto de inflexión en la práctica totalidad de las series de datos de precios y Estados miembros. No obstante, la magnitud y dirección de esta inflexión varió significativamente entre Estados miembros y entre los distintos artículos de consumo, indicando que pudo existir algo que puede denominarse ¿efecto euro¿ sobre los precios, pero no necesariamente significando una subida de precios o un patrón común de comportamiento generalizados. Un segundo estudio consistió en un intento de encontrar pruebas de comportamiento en los consumidores europeos de expectativas adaptativas durante el periodo 2002-2003 extrapolando los valores publicados para 1996-2001 y comparándolos con los valores publicados para 2002-2003 para intentar encontrar patrones de comportamiento entre esta comparación y el diferencial de inflación percibida. Dado que este ejercicio no encontró estos patrones de comportamiento, se puede concluir que no se encontraron evidencias de que el diferencial de inflación percibida fuera causado por la diferencia entre los precios medidos tras el cambio de moneda de 2002 y los precios que los consumidores podían haber esperado en ese tiempo siguiendo la evolución de los precios en 1996-2001. Siguiendo con la búsqueda de una evidencia plausible de la relación existente entre la inflación percibida y la inflación medida, esta Tesis cuantificó el nivel de inatención racional a los cambios de precios de los consumidores europeos antes y después del cambio de moneda identificando la relación concreta de bienes y servicios, en cada Estado miembro y periodo de tiempo estudiado que podían haber sido utilizados por los consumidores para construir su percepción de inflación. Esta identificación se hizo seleccionando las subclases del IPCA que mostraron un nivel significativo de correlación en su evolución de precios con el índice IIP para el mismo Estado miembro y periodo de tiempo. Buscando completar la amplitud de la investigación, estos cálculos se realizaron por duplicado, considerando la inflación medida como variación mensual y como variación anual de precios. Este ejercicio ofrece interesantes resultados sobre la relación concreta de artículos de consumo cuya variación de precios puede explicar la percepción de inflación de los consumidores en cada Estado miembro y periodo de tiempo. Una vez encontrada una relación entre la inflación medida y la inflación percibida, el uso del dinero en efectivo por parte de los consumidores tiene que ser incorporado en la ecuación. Aquí, la Tesis considera dos aspectos de los hábitos de consumo: el uso del efectivo como medio de pago y la frecuencia de los pagos de artículos de consumo. Ante la ausencia de información detallada o de publicaciones disponibles en este aspecto, un sondeo diseñado, programado y lanzado exprofeso en cada uno de los Estados miembros de la UEM para recopilar la información necesaria. Los resultados obtenidos en el sondeo se resumieron en dos índices desarrollados para esta Tesis: el Índice de Pagos en Metálico (índice IPM) y el Índice de Cotidianidad en los Pagos (índice ICP), calculados para cada Estado miembro y subclase del IPCA. El índice IPM cuantifica en una escala de 1 a 5 (donde 1=nunca y 5=siempre) la predisposición de los consumidores a utilizar efectivo cuando adquieren los bienes y servicios encuadrados en una subclase concreta del índice IPCA. De un modo similar, el índice ICP cuantifica en una escala de 0 a 365 (donde 0=nunca, 1=diario y 365=anual) el periodo de tiempo promedio, en días, en que los consumidores realizan pagos de bienes y servicios encuadrados en una subclase concreta del índice IPCA. Esta cuantificación del uso del efectivo para los pagos o de la frecuencia de los pagos para cada subclase del IPCA permite seleccionar las subclases relevantes desde el punto de vista de la relación entre la inflación medida y la inflación percibida: aquellas con alto índice IPM y bajo índice ICP. La influencia del uso del efectivo en la relación entre la inflación medida y la inflación percibida se mide por la importancia dada por los consumidores a los artículos de consumo pagados en efectivo o comprados frecuentemente y que son utilizados para construir su percepción de inflación, expresada como dos nuevos índices desarrollados en la Tesis: el índice IRU y el Índice ICU. Estos índices cuantifican, para un Estado miembro y un periodo de tiempo dados, como porcentaje de la cesta de consumo total, la cantidad que los consumidores utilizan para construir su percepción de inflación y a la vez pagan en metálico o son artículos de consumo frecuente. Comparando los valores nacionales de estos índices IRU e ICU antes y después de la introducción del euro fiduciario con el diferencial de inflación observado en cada Estado miembro, muestra como los hábitos de consumo, y en particular, el uso de los billetes y monedas en euros influyó en cada país sobre la diferencia observada entre la inflación medida y la inflación percibida en cada uno de los periodos de tiempo estudiados. Esta comparación final se hace utilizando dos series adicionales de subclases del IPCA: aquellas que mostraron un aumento de precios aritméticamente superior al IPCA y aquellas subclases que mostraron un aumento de precios geométricamente superior al IPCA mismo. No se encontraron evidencias en estas dos comparaciones adicionales de una mayor sensibilidad de los consumidores a la hora de construir su percepción de inflación hacia estos artículos cuyos precios subieron más que el promedio del IPCA. Conclusiones Las comparaciones finales muestran que, con anterioridad a la introducción de los billetes y monedas en euros, la construcción de la percepción de inflación por parte de los consumidores en cada Estado miembro mostraba una gran correlación con la evolución mensual de precios; mientras que, tras la introducción de la moneda única, esta correlación era también significativa con la evolución anual de precios. Finalmente, la comparación de los índices IRU e ICU con el diferencial de inflación muestra que el cambio de moneda causó un mayor diferencial de inflación en aquellos Estados miembros en los que una mayor proporción de la cesta de consumo está constituida por artículos, bien pagados en efectivo, bien de consumo frecuente y que son utilizados por los consumidores para construir su percepción de inflación. Por tanto, en condiciones estables, los consumidores tienden a percibir mayor inflación en aquellos países en los que mayor atención se presta a la evolución de los precios de artículos de consumo frecuente o que son pagados en efectivo. Proyectos futuros de investigación En el futuro se pretende ampliar contenido de esta Tesis trabajando por separado con bienes comercializables y bienes no comercializables, en la búsqueda de evidencias de la existencia del efecto Balassa-Samuelson tras la introducción de la moneda única. Tanbién está en la intención del autor, si se lograran los recursos necesarios, repetir el cálculo de los índices sobre hábitos de consumo con una base estadística más amplia. Finalmente, un proyecto más ambicioso sería el desarrollo de una aplicación informática que permitiera la automatización de la metodología de cálculo desarrollada para esta Tesis utilizando como punto de inflexión cualquier fecha de las series de datos, de modo que se pueda comprobar cómo la percepción de inflación por los consumidores se ve afectada por los principales acontecimientos ocurridos e.g. la quiebra de Lehmann Brothers, la evolución de la crisis finaciera en crisis económica y crisis de deuda soberana, entre otros.

  • English

    The launching of the European Monetary Union (EMU) and of the euro has been considered as one of the main changes the International Monetary System (IMS) has experimented since the Jamaica Agreements of 1976. However, coinciding with the euro cash changeover in January 2002, an interesting phenomenon was observed: the dissociation between measured inflation and perceived inflation generally characterised by higher levels of perceived inflation when euro banknotes and coins started to circulate as compared to similar levels of measured inflation when the legacy currencies were in circulation. This phenomenon was easily observed for the whole EMU area during the first two years of circulation of the single currency i.e. 2002 and 2003.

    The unique circumstances surrounding the 2002 euro cash changeover, which was considered a historic moment for the vast majority of European citizens and the international financial and monetary community, and given the tremendous impact the use of a new currency has on the daily life of consumers, made very complex for them to assimilate information on price developments, price rounding-up warnings, counterfeiting warnings, new banknotes and coins design, new denominations, before and after the introduction of the single currency. This might very well have led to the observed dissociation between measured inflation and perceived inflation.

    In these circumstances, due to the over-exposure to information on price developments, consumers could hardly compute all prices of each consumption article they buy when building their perception of inflation, primarily at a time when they are over-exposed to information on prices, thus having to be rationally inattentive to the price developments of a number of articles and rationally attentive to other articles to which they attribute more relevance.

    When looking at related literature, it is noticeable that after the euro cash changeover a number of publications presented studies on price developments either for a reduced number of goods and services or for a reduced number of Member States; whilst other publications were focused on the monetary illusion caused by the cash changeover, due to either the use itself of a new currency or to the use of a wrong conversion unit. Finally, a series of publications on consumer psychology focused on this issue, many of them based on evidential experience on how consumers develop intuitively their price in the new currency, concluding that this process requires a considerable amount of time, either by becoming familiar with the use of the new currency, or as a consequence of requiring increasing stimuli in the form of price changes for developing the same perception in the form of Index of Perceived Inflation (IPI).

    This Thesis explores the area of the influence of the use of banknotes as a means of payment on the gap observed between the measured and the perceived inflation, focusing on the cash changeover period and quantifying the magnitude of the dissociation produced as the difference between the inflation measured by authorities using the Harmonised Index of Consumer Prices (HICP), with the inflation perceived by the European consumers using the IPI index. The sources of data used in this Thesis are, as indicator of price developments, national monthly data of the 39 HICP subcomponents, as published by Eurostat and as indicator of the inflation perceived by consumers, the IPI index used national monthly data, as compiled by the European Commission (EC). The pre-euro period considered was from 1996 to 2001 and the euro changeover period the years 2002 and 2003.

    The Thesis follows a sequential development for finding a relationship between the price developments reported by the authorities and the inflation perceived by the European consumers, for later introducing the use of cash in this relationship. Thus, first it is conducted an assessment of the evolution of the prices of each subcomponent of the HICP using a number of linearising parameters aiming a direct and comparable measurement among subcomponents and across Member States for identifying potential common patterns. The result of this initial exercise is the evidence of how the 2002 euro cash changeover caused an inflexion point in merely all data series of prices and Member States. However, the magnitude and direction of this inflexion varied broadly across countries and across consumption articles meaning there was something which could be called “euro effect” on prices, but not necessarily meaning a generalised prices increase or a commonly followed pattern.

    A second study consisted on an attempt of finding evidences of adaptive expectations behaviour on European consumers by extrapolating all data series of measured prices for the 2002-2003 period using the values published for 1996-2001 and comparing them with the published values 2002-2003, in order to identify patterns between this comparison and the perceived inflation gap. Given that no common patterns were obtained from this comparison, it can be concluded that no evidences were found that the gap between the perceived and the measured inflation was caused by the difference between the measured prices after the 2002 euro cash changeover and the prices the consumer might had expected for that time by following the 1996-2001 evolution of prices.

    Continuing searching for plausible evidence of a relationship between the perceived and the measured inflation, the Thesis quantified the level of rational inattention to price changes of European consumers before and after the euro cash changeover by identifying the actual series of goods and services, at each Member State and time period, used by consumers for building their inflation perception. This identification was done by selecting the HICP subcomponents which showed significant correlation between their monthly price evolution and the IPI index of the same Member state at the period of time under study i.e. 1996-2001 and 2002-2003. For the sake of completeness, this calculation was done by duplicate, considering the measured inflation as monthly and as yearly change of prices. This exercise gives interesting results regarding the limited series of goods and services which can explain with their price evolution the perception of consumers at each Member State and time period.

    Once found a relationship between the perceived inflation and the measured inflation, the use of cash by consumers had to be brought to the equation. Here, the Thesis considered two aspects of the habits of consumers: the use of cash as a means of payment and the frequency of payments for consumption articles. In the absence of detailed information or literature available on this topic, an ad-hoc survey was designed, prepared and launched to each Member State of the EMU for gathering the data required. The results obtained in the survey were summarised in two indexes developed in this Thesis, the Index of Cash Payments (IPM index) and the Index of Frequency of Payments (ICP index) index which are calculated for each Member State and HICP subcomponent.

    The IPM index quantifies in a 1-5 scale (where 1=never and 5=always) the propensity to use cash by consumers when procuring the goods and services listed in a particular HICP subcomponent. Similarly, the ICP index quantifies in a 0-365 scale (where 0= never, 1=daily and 365=yearly) the average period in days of payments of the goods and services listed in certain HICP subcomponent. This quantification of the use of cash or the frequency of payments for each HICP subcomponent permits sorting out the relevant ones regarding payments behaviour on the relationship between perceived and measured inflation: those with high IPM index and with low ICP index.

    The actual influence of the use of cash on the relationship between the perceived and the measured inflation is measured by the relevance given by consumers to the consumption articles paid in cash or frequently purchased and used for building their perceived inflation, expressed by two new indexes developed by this Thesis, the IRU and the ICU indexes. These indexes quantify for a given country and period of time the percentage of the total consumption basket of goods and services used by the consumers to build their perceived inflation and that are either frequently purchased or bought preferably using cash respectively.

    A comparison of the national values of these IRU and ICU indexes before and after the euro cash changeover with the perceived inflation gap observed at each Member State, shows how consumption habits, and in particular the use of euro banknotes and coins at country level influenced the differences between the inflation perceived by consumers and the inflation measured by the authorities at each period of time period under study. This final comparison is done using two additional sets of HICP subcomponents: those which, in addition, showed a higher arithmetic price increase than the HICP itself and those which showed a higher geometric price increase than the HICP itself. Out of these additional comparisons, no evidences are found of higher sensitivity of consumers to consumption articles which had higher price increase than the average when building their perception of inflation.

    From the final comparisons, it is also found that before the introduction of the eurobanknotes and coins, the building of the inflation perception by consumers at Member State level had a higher correlation with the evolution of monthly prices; whilst with the introduction of the single currency, this correlation was also important with the yearly evolution of prices.

    Finally, this comparison of IRU and ICU indexes at EMU level shows that the euro cash changeover caused a higher perceived inflation gap in those Member States where a higher proportion of the consumption basket is either paid in cash or is constituted by frequently purchased articles and which price evolution is used for building the perception of inflation by consumers. Therefore, in stable conditions, consumers tend to perceive higher inflation in those countries where higher attention is paid to price changes of articles of frequent purchase or paid in cash.

    As future work, it is foreseen to enhance the content of this Thesis working with all subcomponents of the HICP split by marketable and non-marketable goods and services, in order to identify potential evidences of the Balassa-Samuelson effect after the introduction of the euro. It is also planned by the author, if sufficient resources were to be available, to re-calculate the indexes on consumption habits on a broader statistical ground. Finally, a more ambitious project should be the development of an IT application capable to automathise all the calculi developed for this Thesis able to adjust the desired point of inflexion to any marked date like e.g. the collapse of Lehman Broders or the evolution of the financial crisis into an economic crisis in order to assess how these events affected the the perception of inflation by consumers.


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