Tetranychus urticae es una especie plaga importante en cítricos que puede también alimentarse de otras especies asociadas a la cubierta vegetal de este cultivo. Para determinar el efecto de la gestión de la cubierta vegetal en el control biológico de este ácaro, hemos estudiado la dinámica tanto de ácaros Tetranychidae como Phytoseiidae en cuatro parcelas comerciales de mandarino clementino en las que se aplicó tres estrategias diferentes de gestión de la cubierta vegetal: (1) suelo desnudo, (2) cubierta espontánea y (3) cubierta sembrada de Festuca arundinacea. Los resultados apuntan a que tanto los enemigos naturales (mecanismos "top-down") como la planta huésped (mecanismos "bottom-up") juegan un papel importante en la regulación de los ácaros Tetranychidae. Por un lado, la selección de dos razas de T. urticae especializadas en F. arundinacea y en Citrus clementina, en la cubierta y en el árbol respectivamente, cuando esta gramínea se utiliza como cubierta podría explicar en parte los resultados obtenidos (regulación "bottom-up") ya que esto impediría a los especímenes de una planta huésped colonizar con éxito la otra. Los ensayos de trasplante recíproco realizados muestran que las dos demos de T. urticae recogidas de clementina y F. arundinacea difieren considerablemente en su éxito en el desarrollo en el huésped alternativo y esto indica la existencia de fenómenos de adaptación local. Esta adaptación se traduciría en mecanismos "bottom-up" que evitarían que los ácaros que habitan en la cubierta colonicen con éxito la copa de los árboles. Por otro lado, la composición cualitativa de las comunidades de Phytoseiidae asociados a las diferentes cubiertas podría ser clave en la regulación de las poblaciones de T. urticae y Panonychus citri (regulación "top-down"). Los ácaros Phytoseiidae tipo I y II, depredadores especializados en Tetranychidae, se encuentran de manera consistente en la cubierta de F. arundinacea y esto puede explicar la mejor regulación de las poblaciones de ácaros Tetranychidae en los árboles asociados a esta cubierta. Por el contrario, la disposición más regular de fuentes de alimentación alternativas (polen) en la cubierta natural en relación con la cubierta de F. arundinacea, podría explicar la mayor abundancia de Phytoseiidae tipo IV en la primera. Como consecuencia, los Phytoseiidae tipo I y II, más eficaces en el control de Tetranychidae, podrían sufrir las consecuencias de ser competitivamente inferiores que el Phytoseiidae generalista tipo IV que explota el polen en la cubierta espontánea. Este hecho, en combinación con los períodos de escasez de presa, podría dar lugar a su desaparición del agroecosistema y resultar en un deficiente control de los ácaros Tetranychidae en los árboles asociados a una cubierta natural. Haciendo balance de gastos e ingresos, la cubierta más favorable fue la de F. arundinacea (entre 44,4 y 74,5% de reducción de costes en relación con la más cara). Festuca arundinacea como cubierta vegetal es una estrategia de control biológico por conservación muy recomendable para los productores de clementina. Aunque su uso no redujo las poblaciones de ácaros en los árboles por debajo del umbral económico, la disminución en la necesidad de tratamientos, hace que la adopción de esta táctica sea una alternativa beneficiosa tanto ecológica como económicamente. Nuestros resultados apuntan a la cubierta de F. arundinacea, que no permitió el establecimiento de Tetranychus evansi y ofrece una mejor regulación de P. citri y T. urticae que en suelo desnudo o cubierta natural, como la más adecuada para un control más sostenible de los ácaros Tetranychidae en cítricos.
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