El objeto de la investigación es estudiar el aporte y la contribución del arquitecto argentino Ernesto Kalzenstein a la arquitectura moderna en el período de 1954 a 1966. Fue uno de los más participativos en la arquitectura argentina de la segunda mitad del siglo XX y uno de los fecundadores de la arquitectura moderna en Buenos Aires. Nacido en 1931, en una familia de la aristocracia local, a Kalzenstein le gustaba el dibujo, la pintura y la lectura, además de dominar varios idiomas. Reconocido por algunos arquitectos como uno de los mayores intelectuales de su país, su obra se reconoce por el manejo de las proporciones, el uso racional de los materiales, el conocimiento de la técnica y la atención a las influencias históricas. Procurando no realizar una traducción literal de aquello que absorbía del viejo continente, se ha esmerado por alcanzar su propio lenguaje, con conciencia estética e histórica. Esta preocupación, complementada a un inagotable conocimiento de la historia de la arquitectura, fue la fuente que le permitió entender mejor el alcance de su propia arquitectura. Es meritorio que entre la larga lista de arquitectos con los que compartió su trabajo se encuentran Antonio Bonet, Justo Solsona, Josefina Santos, Marta Allio, Horacio Baliero, Carmen Córdova, Mario Roberto Álvarez, Eduardo Leston, Estanislao Kocourek, y otros que conforman el panorama de algunos de los arquitectos que más desarrollo lograron en la argentina de la segunda mitad del siglo xx. También fue profesor de la Universidad de Buenos Aires con Wladimiro Acosta, Manolo Borthagaray y en un instituto privado conocido como 'La Escuelita' con Tony Díaz, Rafael Viñoly y Justo Solsona entre otros. El común denominador es el respeto y la valoración de Kalzenstein como un arquitecto de cultura infinita y de gran habilidad para proyectar. Con esta investigación se intenta esclarecer un poco más la obra de Kalzenstein, y descubrir su naturaleza a través del recorrido temático que proponen sus cuadernillos prácticamente inéditos y las diferentes obras que realizó desde sus inicios con Antonio Bonet. Se trata entonces, de una aproximación meticulosa que permite darle apertura a su dimensión, que se deja testimoniado en diferentes análisis que asienten a comprender el valor de su obra. Los proyectos de Kalzenstein se inclinan por la elección de materiales tradicionales. como modo del lenguaje que perseguía un equilibrio entre la forma. La función y la estética -en el marco de lo moderno- pero con una fuerte conexión con la cultura local. Y esa elección consciente estaba fundamentada en el modo de concebir la arquitectura y la expresión artística que quisiera lograr en el objeto acabado. El punto de referencia en que se halla su arquitectura, se encuentra en la realización de una obra constituida por espacios modernos en equilibrio con la construcción tradicional, superando con frecuencia, el peligro de la inconsistencia formal que deviene de dicha fusión. Kalzenstein fallece el 23 de Agosto de 1995 en la ciudad de Buenos Aires, a los 64 años de edad.
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