La telefonía por internet, o VoIP, está reemplazando rápidamente a la tradicional. Este año, por primera vez, las empresas estadounidenses compraron más conexiones de telefonía por internet que líneas estándares. El impulsor detrás de esta tecnología es el costo. Pero VoIP no es sólo una tecnología para que las llamadas a la antigua sean más baratas, dice el consultor Kevin Werbach. Lo que hace tan poderosa a la VoIP es que convierte a la voz en paquetes de datos digitales que pueden ser almacenados, copiados, combinados con otros datos, y distribuidos a cualquier dispositivo que se conecte a internet. Y hace muy fácil brindar toda la funcionalidad de una línea telefónica corporativa a quienquiera que sea, dondequiera que exista acceso a banda ancha. Esto fomenta nuevos tipos de negocios, como call centers virtuales, en los que personas ampliamente dispersas trabajan las 24 horas desde sus casas. Los primeros en adoptar esta tecnología y han tenido mayor éxito, dice Werbach, se enfocarán más en alcanzar objetivos de negocios que en ahorrar dinero. También considerarán cómo llevar las capacidades de VoIP a toda la organización. El despliegue puede que sea incremental, pero las empresas deberían pensar en el lugar al que podría llevarlas la VoIP. Los ejecutivos deberían preguntar qué podrían hacer si pudieran reunir a todos sus empleados, clientes y proveedores en una sala virtual, con acceso compartido a todos los canales de comunicaciones y computacionales modernos. Deberían adoptar una mirada renovada sobre sus procesos de negocios para que comunicaciones más ricas y más a la medida eliminen los cuellos de botella y mejoren la calidad. La importante línea divisoria no será entre aquellos que desplieguen la VoIP y quienes no, y ni siquiera entre quienes la adopten de forma temprana y los rezagados; será entre aquellos que vean en la VoIP una nueva forma de hacer las cosas de siempre y aquellos que la usen para repensar por entero su negocio.
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