Hoy la información está en La Red. Lo que Google no encuentra, o no existe o es irrelevante. ¿Tiene algún sentido dar clase de espaldas a esta realidad? Aprovechar este magnífico instrumento y hacer que su uso tenga valor formativo para nuestros alumnos parece una opción más útil. La convergencia europea, y también el sentido común, demandan una educación comprometida con la formación . Los contenidos importan, pero también el entrenamiento de habilidades para afrontar el futuro profesional con autonomía, con mayor posibilidad de éxito, tal vez de supervivencia, en un mercado laboral y profesional globalizado donde Europa es ya una isla de bienestar en riesgo. ¿Cómo sumar contenidos con habilidades y reducir horas? ¿Cómo valorar el trabajo fuera del aula? ¿Se puede evaluar con equidad sin exámenes? ¿Cómo repartir los papeles entre profesor y tecnología? Nosotros hemos desarrollado y aplicado un método docente sobre un paradigma "cliente-empresa " como modelo de relación "profesor-alumno ", que se basa en el uso de la Red como fuente de información primaria. El profesor y la relación presencial son centrales, pero con un nuevo sentido. El profesor pasa a ser un consultor experto , un consejero , un tutor , y la relación presencial adquiere así un valor formativo de mayor profundidad. La tecnología no pretende aquí sustituir al profesor ni a la relación presencial con los alumnos. Sólo se utiliza como una herramienta de trabajo real, en la misma forma y para los mismos fines que en una actividad profesional. La experiencia se ha puesto en práctica, hasta la fecha, en dos cursos académicos sucesivos y en dos asignaturas considerablemente dispares. Consideramos que este método tiene aplicabilidad muy general y que aborda la práctica totalidad de los retos y objetivos que se plantean en la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior con resultados muy favorables.
Today the information is in the Web. What Google does not find, it does not exist or else it is irrelevant. Does it make any sense to teach ignoring this reality? To take advantage of this magnificent instrument and to make it a formative value for our students seems to be a more useful option. The European convergence, but also the common sense, demands an education compromised with formation. The contents are important, but also the training in abilities to confront the professional future with autonomy, with greater possibility of success, perhaps of survival, in global professional market where Europe is already an island of comfort at risk. How can we keep contents plus abilities in fewer hours? How can we evaluate the work outside the classroom? Is it possible to evaluate with fairness without examinations? How to distribute roles between teacher and technology? We have developed and applied a docent methodology based on a "client-company" paradigm as a model for the relationship "teacher-student". The method is heavily based on the use of the Web as the primary source of information. The professor and the actual relation are central, but with a new sense. The teacher takes the role of an expert consultant, an advisor, a tutor, and the actual relation acquires therefore a formative value of greater depth. Here technology does not replace the teacher nor the actual relation with the students. It is only used like a tool for real work, in the same form and for such aims that in a professional activity. The experience has been put in practice, up to date, in two successive academic courses and two considerably different subjects. This method may have very general applicability and approaches the practical totality of the challenges and objectives of the adaptation to the European Space of Superior Education with very favorable results.
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