Al igual que sabemos que una batalla no gana una guerra, en el mundo del fútbol un partido no hace un negocio. Sin embargo, dadas las peculiaridades del negocio del fútbol, donde los inversores pueden "auditar" a su equipo como mínimo, cada fin de semana, si es posible tratar de determinar si los goles de los domingos tienen o no una influencia directa en el comportamiento de los inversores (¿hinchas?) en la sesión siguiente a la celebración de un partido. El análisis, realizado sobre cotizaciones de equipos ingleses, revela que esta relación existe, si bien el comportamiento a largo plazo de las empresas cotizadas (equipos de fútbol) no es especialmente atractivo en términos de rentabilidad.
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