Durante cuatro años (2004, 2005, 2006 y 2007) se valoró la presencia de la fusariosis vascular del clavel en 247 explotaciones agrícolas con cultivos de clavel bajo invernadero, situadas en los términos municipales de Chipiona y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). La superficie valorada supuso el 6,15% de la cultivada. Los resultados pusieron en evidencia que la enfermedad estuvo presente en todos los invernaderos y dicha presencia estuvo, posiblemente, minusvalorada, puesto que se encontraron plantas asintomáticas con presencia de Fusarium oxysporum en su xilema. Las variedades cultivadas que son mayoritariamente de tipo "spray", "miniclavel" o clavellina tienen, según los catálogos comerciales de venta diferentes grados de resistencia a Fusarium oxysporum f. sp. dianthi, sin embargo se presentaron en el campo cultivares enfermos sin relación clara con su nivel de resistencia. Las desinfecciones del suelo, previas a la plantación, con diferentes fumigantes (bromuro de metilo, 1-3 dicloropropeno, bromuro de metilo + 1-3 dicloropropeno, metam sodio, metam sodio + 1-3 dicloropropeno) mostraron una eficacia parcial en el control de la micosis a partir del primer año de cultivo, falta de eficacia que pudo tener una relación con la intensificación del cultivo ya que se encontraron invernaderos con 20 años de monocultivo. Sin embargo se pudieron valorar explotaciones que llevaban la duración de un cultivo a tres años con una presencia mínima de la fusariosis vascular, lo que sugiere la existencia de supresividad en los suelos de dichos invernaderos. Dado que el bromuro de metilo ha sido suprimido en el cultivo, los resultados obtenidos muestran la necesidad de ensayar alternativas no químicas, puesto que el resto de los fumigantes químicos se comportan de manera deficiente en el control de la micosis.
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