Este artículo tiene por finalidad analizar la incidencia de la inmigración en la sociedad, en cuanto elemento de diversidad cultural, con amplias repercusiones en la ciudadanía democrática. Igualmente, estudia el papel que desempeña la educación superior como promotora de inclusión social. Es fruto de investigaciones subvencionadas, en las que se utiliza una metodología descriptiva, correlacional y prescriptiva, combinando los enfoques cualitativos y cuantitativos. Se selecciona una muestra representativa de los universitarios tanto inmigrantes como autóctonos. Los instrumentos empleados son cuestionarios y escalas que reunen los requisitos de fiabilidad y validez. También se emplean entrevistas semiestructuradas y grupos de discusión. Se han utilizado los programas SPSS y el ATLAS-TI. Como principales resultados se destaca la identificación de los rasgos que definen el perfil del inmigrante universitario y los elementos que favorecen y dificultan su inclusión social y educativa. Igualmente, se constata que los jóvenes tienen bien arraigadas las actitudes y valores democráticos. Defienden la igualdad de derechos, al tiempo que rechazan las actitudes xenófobas y los movimientos radicales Valoran el sistema de gobierno democrático si bien critican el funcionamiento de las instituciones. Prefieren al ciudadano que cumple sus obligaciones cívicas pero sin implicarse. Todas estas dimensiones avalan que nos encontramos ante una juventud que está pasando de una visión armónica a una más esceptica. La Universidad, como centro de expresión y de desarrollo del conocimiento aparece como una institución bien valorada por los estudiantes al considerar que facilita la promoción cultural y sociolaboral, a la vez que impulsa una educación de carácter inclusivo. Se han elaborado propuestas de acción orientadas a favorecer una educación que respete y promueva la diversidad cultural y favorezca la inclusión.
This article seeks to analyze the impact immigration has on society as a major element of cultural diversity with widespread repercussions on democratic citizenship. It also looks at the role higher education plays as a facilitator of social inclusion. The research is subsidized and uses a descriptive, correlational, prescriptive methodology combining the qualitative and quantitative methodologies. A sample representing the university population is selected, encompassing immigrants and natives alike. The instruments used are questionnaires and scales that meet the reliability and validity requirements. Semi-structured interviews and discussion groups are also employed. SPSS and ATLAS-TI are used. The main results are an identification of the traits defining the immigrant university student profile and the elements both favouring and hampering immigrant university students� social and educational inclusion. Moreover, it is found that democratic attitudes and values are firmly rooted in young people. Young people defend equal rights, while they reject xenophobic attitudes and radical movements. They value the democratic system of government, although they critice how institutions operate. They prefer citizens who discharge their civil obligations without getting involved. All these dimensions support the conclusion that today�s youth is moving from a harmonious view to a more sceptical one. The university, as a centre for expression and the development of knowledge, is an institution that students look on favourably. They feel that it facilitates cultural, social and occupational growth while strengthening an inclusive education. Action proposals have been drawn up to favour an educational process that respects and promotes cultural diversity and favours inclusion.
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