El mercado mundial de carne de ganado vacuno ha sufrido en los últimos años un proceso de estabilización, que ha determinado un proceso de desabastecimiento y aumento en la demanda de importación. La CEE no ha sido una excepción, dándose la circusntancia de que en los últimos años la producción comunitaria ha sido inferior a los niveles de consumo, desapareciendo su tradicional situación excedentaria. España se ha visto beneficiada por este hecho, pues las importanciones no han aumentado según se preveía tras nuestra incorporación a la CEE, mientras que las exportaciones han tomado una tendencia creciente, dirigidas fundamentalmente hacia países comunitarios. Por otro lado, las nuevas tnedencias en el mercado mundial de productos agrarios, encaminadas a la libreralización del comercio internacional, van a suponer una reducción de los mecanismos de protección que emplea habitualmente la CEE, lo cual puede ser perjudicial para los productores españolas que tienen peores estructuras productivas.
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