En 1962 Bob Dylan escribió a Hard rain a gonna-fall para alertar sobre los riesgos de la amenaza nuclear. El tema pronto se convirtió en uno de los himnos del repertorio del cantante y compositor y de la canción protesta. Cuatro décadas después, el veterano músico ha reinterpretado el tema para convertirlo en bandera de una nueva lucha, la del acceso universal al agua potable, dentro de la campaña para dar a conocer a escala internacional la Expo 2008, que convertirá a Zaragoza en la sede de "la mayor fiesta del agua en la Tierra"
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