Estamos en el mes de julio; el verano avanza, el calor aprieta y el mercurio de los termómetros sube cada vez más. Ésta es también la época del helado, uno de los clásicos del verano, que durante los meses estivales se hace un hueco en nuestros hogares, supermercados, calles, bares y, por supuesto, también los espacios publicitarios de todos los medios. Y es que en la era del aire acondicionado, el helado sigue siendo uno de los mejores remedios para combatir los estragos del calor. Sin embargo, el gran reto que ante sí tiene el sector es conseguir que el helado deje de ser un producto estacional y entre a formar parte de la dieta habitual de la población. Las marcas llevan tiempo trabajando en ello, pero el desafío se presenta complicado. Para empezar, las empresas heladeras tendrán que acabar definitivamente con la tan extendida idea de que el helado es un producto para niños o un delicioso capricho que esconde una bomba calórica
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