María Solano Altaba, Mari Luz Alonso
En medio de la que muchos ya califican como la mayor crisis, los sindicatos siguen sin salir a la calle para protestar por la falta de medidas del Gobierno. El problema es que las aportaciones de los afiliados suponen un mínimo tributo a sus presupuestos y dependen, casi por completo, de lo que reciben el Ejecutivo.
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