Tanto la praxis ritual como la perspectiva de los sacerdotes en cuanto a su formación como tales muestran, en las zonas rurales del Oriente cubano, particularidades en parte diferentes a las del Occidente de Cuba. Los testimonios autobiográficos de tres sacerdotes rurales de esta región giran en torno a determinados temas, que son concepciones rectoras en su propio entendimiento de su tarea: la elección del individuo hecha por seres extrahumanos, una conducta anómala hasta lograr el dominio de la praxis ritual y la relación íntima con distintas clases de muertos. Las particularidades de la región son en parte atribuibles al tardío arribo de la santería, a la presencia del vodú y, a título de hipótesis, a influencias taíno.
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