Granada, España
En esta investigación experimentamos un modelo multidimensional para el análisis de metodologías blended learning en Educación Superior. Incluye la opinión de estudiantes de Educación sobre la formación online y el papel del profesorado, y un modelo basado en las categorías: actuación del estudiante; actuación del docente; opinión sobre la modalidad de aprendizaje; y estadísticas de acceso y uso de la plataforma. Comprobamos que las metodologías didácticas basadas en el blended learning pueden resultar beneficiosas para los cambios que se están realizando en la Educación Superior en su proceso de convergencia hacia el EEES, según la opinión de los estudiantes antes y después de desarrollar un proceso de aprendizaje semipresencial, además de cuantificar la relación entre la participación, según las estadísticas de acceso, y sus resultados académicos. A través de un enfoque mixto obtenemos datos cuantitativos (items escala likert en cuestionarios) y cualitativos (foros y preguntas abiertas) que nos llevan a comprobar que, según la perspectiva de los estudiantes, es un camino más favorable que el tradicional, si bien cabe reflexionar sobre los aspectos negativos (entre los que destaca que los estudiantes consideran que el trabajo realizado en una asignatura semipresencial es significativamente mayor), debiendo adecuar principios metodológicos y organizativos en la Educación Superior a estas nuevas realidades.
In this research we test a multidimensional model for analyzing blended learning methodologies in Higher Education. This includes the opinion of Education students about online learning and the role of teachers in the same.
It also includes their opinion about a model based on the following categories: student performance; teacher performance; opinion about the method of learning; and some statistics of platform access and use. We verify that blended learning methodologies can be useful in the changes carried out in the Higher Education institutions in their way towards the European Higher Education Area (EHEA). We can check this statement by studying students’ opinions before and after the development of a blended learning process, by relating the participation of the students and their learning outcomes. Through a mixed approach we collect quantitative data (Likert scale items in questionnaires) and qualitative data (forum and open questions). These data confirm that according to the students, this path of learning is more positive than the traditional one, though we have to reflect on negatives issues.
Between these unfavorable issues, students highlight that the workload in a blended learning experience is considerably higher than in a traditional face to face process. Because of this we must think about adjusting methodological and organizational principles in Higher Education to these new realities.
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