Movimientos sociales: entre la comunicación del riesgo y el/los riesgo(s) de la comunicación
- Autores: Lázaro Bacallao Pino
- Localización: Comunicació i risc: III Congrés Internacional Associació Espanyola d'Investigació de la Comunicació, 2012, ISBN 978-84-615-5678-6
- Idioma: español
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Resumen
La noción de sociedad del riesgo (U. Beck) implica, de forma directa, la comprensión de una sociedad de la comunicación del riesgo, dada la inherente dimensión expresivo-perceptiva del riesgo. A su vez, los (nuevos y novísimos) movimientos sociales -cuya emergencia en tanto que agentes de cambio socioindividual, tiene lugar precisamente en un contexto societal marcado por los procesos de configuración de una socialidad mediada por el riesgo-, presentan una singular dimensión comunicativa, tal como se reconoce especialmente por la escuela europea (A. Touraine, A. Melucci), con su enfoque cultural e identitario.
En consecuencia, es posible y pertinente proponer como eje analítico de los procesos comunicativos contemporáneos, la tríada movimientos sociales, (sociedad del) riesgo y comunicación. El texto propone justamente un análisis de este triangularidad, a partir de un estudio comparativo de casos de movimientos sociales tomados del escenario latinoamericano (Argentina, Ecuador, Bolivia y Brasil), cuya condición analíticamente significativa para el examen de estos actores se reconoce de forma general en la bibliografía sobre la temática.
El análisis muestra que los movimientos sociales, en tanto que actores de visibilización autónoma y, cuando menos, independiente -sino antisistémica- de los riesgos característicos las sociedades contemporáneas (guerras, destrucción del medio ambiente, mercantilización extrema, pobreza y exclusión social, etcétera), se hallan atravesados por una tensión comunicativa, entre las dimensiones de visibilización y articulación.
En relación con la comunicación del riesgo, los movimientos sociales se hallan frente a un sistema comunicativo hegemómico que presenta a los movimientos sociales -sobre todo aquellos que se consideran anti-sistémicos-, como factores sociales de riesgo (su expresión máxima sería la representación crimilizada de los movimientos sociales), y eso supone la necesidad de desplegar acciones comunicativas de visibilización propia de esos riesgos en torno a los cuales ellos se articulan.
En tal sentido, los movimientos sociales devienen actores colectivos socialmente expresivos, cuya acción toma forma en prácticas comunicativas de auto-representación, en torno a sus ejes temáticos alrededor configuradores (medio ambiente, desempleo, tierra, pacifismo, etcétera). Aquí los resultados confirman que los movimientos sociales se hallan frente a la necesidad dual comunicativa de, por un lado, legitimar su condición de actores sociales contra determinados riesgos (y replicar la visión de "agentes de riesgo") y, al mismo tiempo, presentar una perspectiva alter(nat)iva de esos riesgos, sus causas y la posibilidad del cambio social.
Pero, por otra parte, el análisis muestra los riesgos, reconocidos por sus propios miembros, que implican para los movimientos sociales asumir una centralidad comunicativa en su acción: devenir actores básicamente expresivos, la tendencia a lo que se pudiera denominar un alternativismo comunicativo, así como la emergencia de un cierto neodeterminismo tecnológico -de la mano la apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación.
Sobre la base de esta doble indagación, se muestra que una comunicación alter(nat)iva de los riesgos asociados a las dominaciones en las sociedades contemporáneas, que evite los riesgos de una acción comunicacionista por parte de los movimientos sociales, resulta espacio de indagación teórica pertinente en torno a la dimensión comunicativa en la actualidad.
