Para noches de vino y rosas se rompe la uniformidad en el vestir. A la clásica camisa blanca, siempre de gemelos con la pajarita negra (aunque ya se atreven con otros tonos) le han salido competidoras: la cuello "mao", la de jareta con lazo, negra, transparente, estampadas de terciopelo sin corbata...El smoking de toda la vida ya no está en solitario para vestir la fiesta. Trajes oscuros de distintas texturas: desde lanas frescas a terciopelo. Atrévase a romper moldes.
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