Cuestiones de comunicación: la preponderancia de los emisores. La Arquitectura como ejemplo

• Autores: Modesto García Jiménez
• Localización: Nuevas culturas y sus nuevas lecturas / coord. por José Rodríguez Terceño, Antonio Rafael Fernández Paradas, 2014, ISBN 978-84-481-9740-7, págs. 261-271
• Idioma: español
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• Resumen

  • A nadie escapa el hecho de la enorme complejidad que se oculta bajo el epígrafe genérico de �comunicación�, de igual modo que sucede cuando nos referimos a las �ciencias de la comunicación�. Éstas, que nacieron para aglutinar un conjunto de disciplinas relacionadas de manera más o menos directa con la labor de los medios de comunicación, se han visto -y se ven continuamente- obligadas a dar cabida a una serie también compleja pero fundamentalmente no finita de consideraciones de corte científico que proceden de otras disciplinas y ciencias en las que la comunicación es un elemento epistemológico incuestionable. Y viceversa, las distintas ciencias sociales desarrollan aspectos hasta ahora inéditos en sus respectivas áreas que las unen irremisiblemente al campo de la comunicación.

    La llamada escuela de Palo Alto, el sugestivo �colegio invisible�, abrió todas las compuertas científico-académicas posibles para que sucediera lo dicho en el párrafo anterior. Una especie de apertura de la �caja de pandora�, cuyas desorbitadas consecuencias se vuelven contra sí misma. Los científicos ��comunicólogos�- de Palo Alto impulsaron la ciencia �o, con más propiedad, las ciencias de la comunicación- y a la vez inauguraron todas las reflexiones sobre su desbordante naturaleza. Especialmente el inagotable Gregory Bateson.

    Quizá, de todas las ciencias que de una manera u otra tienen que ver con la de la comunicación (entre otras, todas la que abordan las distintas psicoterapias), sea la Antropología la que con mayor ímpetu ha desarrollado reflexiones interdisciplinares, fundamentalmente por la proximidad definitoria que entre relaciones humanas �o interacciones- y comunicación existe.

    Desde el seno de la Antropología me propongo desarrollar algunas ideas que en su momento sirvieron de base para una asignatura de Comunicación y cultura que impartí, éstas son a grandes rasgos: a) la enorme dificultad, cuando no la imposibilidad (Aníbal Ford) de definir comunicación (en el sentido ontológico de que es parte de una conducta humana, y por tanto dinámica, en cierto modo inaprensible, en construcción constante), y el intento de solventar este escollo proponiendo la convergencia de una serie de rasgos definitorios mínimos que contengan significado y sentido (al modo de la lingüística estructuralista); b) sobre la preponderancia de los emisores (intentando ver cómo se comportan los grandes emisores histórico-sociales que estructuran las sociedades modernas y sus instituciones de dotación de sentido de la vida social), frente a la �sumisión� o el silencio de los receptores; y c) la ruptura detectada en ciertos momentos, en tendencias o grandes movimientos sociales producidos a lo largo de la historia y en la actualidad que hacen frente a esa preponderancia o hegemonía de los �grandes� emisores.