La evaluación y la planificación son dos tareas complementarias en la gestión social y administrativa. La evaluación es una valoración de proyectos humanos con una base axiológica y ética dictada por la cultura y el momento histórico de nuestra sociedad. En la sociedad moderna la axiológica dominante es el utilitarismo, basado en la eficacia, en el análisis de medios y fines y en la cuantificaron del resultado. Esta ideología descansa sobre el concepto instrumentalista de la razón y la lógica formal de origen ilustrado y cartesiano. El autor propone una vuelta a la ética y la lógica aristotélicas y señala que, además de la lógica teórica de lo verdadero y lo falso que hemos heredado del estagirita, había este desarrollado otra lógica de lo verosimil y lo conveniente, de carácter practico y axiológico, que llamaba retórica y que nos muestra que la técnica de la evaluación coincide con la llamada retórica forense y que la evaluación une en si la tarea del juez y la del historiador, siendo en estas y no en las ciencias naturales y en la matemática donde la evaluación de actividades debe buscar su método, un método de carácter hermenéutico e interpretativo y no positivista.
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