Vigo, España
Tradicionalmente, el soneto shakespeareano 116 –“Let me not to the marriage of true minds”– se ha interpretado como un intento de a) definir lo constante del amor en un mundo en cambio, b) describir el ideal de amor verdadero inalterado e inalterable, o c) establecer una refutación retórica del mismo concepto de amor eterno y verdadero. Sea como fuere, todas las lecturas son casi siempre debatibles, incompletas e igualmente válidas y justificables si se exponen y fundamentan de un modo adecuado. En mi caso, siempre que releo el presente soneto 116 me viene a la mente, casi de un modo inconsciente, la imagen de Otelo, la persona, y los errores que comete a lo largo de la obra. Los contenidos del soneto 116 podrían establecer algo así como una “gramática” condensada de los errores que comete Otelo, pues en dicho soneto quizás podamos leer la descripción de aquello en lo que Otelo cree al principio de la obra y que acaba finalmente transgrediendo a lo largo de la trama. Si Otelo hubiera seguido las máximas expuestas por el soneto 116 a modo de guía para los creyentes en el “amor verdadero”, quizás hubiera sido capaz de cambiar su trágico destino, resultado directo del quebrantamiento de dichas máximas. Mi intención en la presente nota es lanzar algunas ideas para determinar cómo el personaje principal de Othello quebranta los principios de “amor verdadero” expuestos en el soneto 116 para alcanzar así su dramático final. Esta nota pretende ofrecer algunas ideas para establecer una nueva conexión o interpretación del soneto shakesperariano que podamos añadir a las lecturas ya existentes. Shakespeare escribió Othello entre 1602 y 1604. Si tenemos en cuenta que, aunque publicados en 1609, Shakespeare compuso los sonetos en diferentes momentos a lo largo de su vida, quizás se pudiera pensar que el soneto 116 se escribió cuando Othello y su argumento ya rondaban la mente del poeta. O quizás sea al revés: el soneto pudo ser escrito cuando Shakespeare ya estaba escribiendo la obra dramática, haciendo de él un resumen explicativo de los errores básicos cometidos por Otelo.
Shakespeare’s Sonnet 116 –“Let me not to the marriage of true minds”– has always been read as an attempt a) to define love’s constancy in a world of change, b) to describe an unaltered and unalterable ideal of true love, or even c) to set up a rhetorical rebuttal of the very concept of everlasting love. Be as it may, a given reading is always debatable, incomplete and equally defendable if well exposed. In my case, every time I read this sonnet I have always remembered, perhaps unconsciously, Othello, the persona, and the mistakes he commits all along the play. I think Sonnet 116 is setting out something like an abridged “grammar” of Othello’s mistakes by describing what he believes in at the beginning and betrays as the plot unfolds. If Othello had followed the maxims given by Sonnet 116 as a sort of guide for true lovers, he would have changed his tragic final fate, a direct result of their breaking.
It is my aim in this note to determine how those maxims found in Sonnet 116 work and how the main character in Othello keeps on breaking them to reach thus to the fatal ending. This is another interpretation we could add to the previous list of readings of Sonnet 116.
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