¿Qué tienen en común palabras tan diferentes como asesino, bachillerato, calamidad, embelesar u orzuelo? No lo es la lengua de procedencia (ya que unas derivan del latín, otras del griego e incluso otras del árabe) y tampoco su campo semántico. Lo que comparten los nueve términos que hemos seleccionado, todos ellos admitidos por la Real Academia Española (RAE), es una característica peculiar: tienen su origen, de una forma u otra, en plantas. Vamos a bucear en su etimología y, “siguiendo la pista”, rastrear el camino que han recorrido estas palabras hasta adquirir el significado que hoy conocemos. Aprenderemos de paso datos interesantes sobre la biología y las propiedades de las plantas que están en su origen
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