Madrid, España
El éxito de la especie humana se ha basado en nuestra capacidad para producir suficientes alimentos. Durante el presente siglo nos enfrentamos a un gran desafío consistente en alcanzar la seguridad alimentaria. Para ello, necesitaremos producir alimentos para que, a comienzos del siglo XXII, puedan alimentarse 3.000 millones de personas más de las que lo hacen en la actualidad. La obtención de alimentos no se puede separar de otros desafíos como la producción y el uso de la energía o la gestión sostenible de los recursos naturales. Se trata de producir mucho más, utilizando menos recursos. El mundo se encuentra en una encrucijada que demanda un cambio de modelo, desde la economía de usar y tirar a una economía circular que no genere residuos ni permita la pérdida de nutrientes. La bioeconomía se fundamenta en la gestión sostenible de la biomasa para producir de forma equilibrada alimentos, piensos, energía y otros productos derivados. La mejora genética de las plantas es una de las piedras angulares de la bioeconomía. Tenemos fundadas esperanzas en que las técnicas más innovadoras de mejora genética conocidas como técnicas de edición de genomas, entre las que destaca el sistema CRISPR-Cas9, sean idóneas para acortar los ciclos que nos permitan enfrentar a tiempo los grandes desafíos. La bioeconomía se tiene que fundamentar en la cooperación público-privada basada en un modelo innovador de la cuádruple hélice donde empresas, investigadores, administraciones y ciudadanía tengan voz. Europa no puede repetir el error cometido con las primeras generaciones de cultivos transgénicos. Es necesario incorporar a los ciudadanos desde el principio a los procesos innovadores, ya que es la sociedad la que debe participar y dar apoyo a los procesos de la mejora genética. En este trabajo presentamos la estrategia bioeconómica de la «European Plant Science Organization» (EPSO) en el marco de la plataforma Tecnológica «Plants for the Future».
The success of the human species has been based on our skill in producing sufficient foodstuffs. In this present century we are confronted by the major challenge of food security. To face this, we will need to produce enough foodstuffs so that, at the start of the 22nd century, we are able to feed 3,000 million more people than we do currently. The acquisition of foodstuffs cannot be separated from other challenges, such as the production and use of sustainable energy and the management of natural resources. It is a case of producing a lot more, using less resources. The world is at a turning point that demands a change of model, from a throw-away economy to a circular economy that does not generate waste and does not allow nutrients to be lost. The bioeconomy is based on the sustainable management of the biomass to generate a balanced production of foodstuffs, fodder, energy, and other derivatives. The genetic improvement of plants is one of the cornerstones of the bioeconomy. We have well-founded hope that the most innovative genetic improvement techniques, known as genome editing, including the CRISPR-Cas9 system, will prove suitable for shortening cycles and allow us to tackle the major challenges in time. The bioeconomy must be based on public-private cooperation, employing an innovative model of the quadruple helix where companies, researchers, administrations, and citizens all have a voice. Europe cannot repeat the error it committed with first generation of transgenic crops. Is necessary to incorporate the general public into innovative processes right from the beginning, since society must participate and support genetic improvement processes.
In this work, we present the bioeconomy strategy of the «European Plant Science Organisation» (EPSO) as part of the technological platform «Plants for the Future».
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