Hoy día, tres tendencias influyen directamente en la conformación de la escuela. En primer lugar, el afán de encontrar la esencia de todo encumbró a la razón e hizo de la racionalidad el único valor a defender en las aulas. En segundo lugar, el sistema capitalista hizo lo mismo con aquello que tiene valor de uso y valor de cambio, es decir, con la mercancía, validando solo lo que puede tener una utilidad económica conocida o posible. Esto convirtió a la educación en un proceso para certificar y ganar dinero, desdibujando así su intención de formar personas. Finalmente, la visión masculina y eurocéntrica con su locura por quererlo dominar todo, y de pensar que el hombre era el dueño del planeta e inclusive la vida y el destino de los otros hombres, mutiló culturas y eliminó a la naturaleza de los currículums en los centros educativos.
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