Si ponemos todo nuestro esfuerzo en idear un asunto ocurrente que haga que abran un 'e-mail' cuyo contenido no les aporte ningún valor, habremos malgastado nuestro esfuerzo y dañado nuestra reputación. Esto es lo que se conoce como 'economía de la atención': el pago que realizan nuestros clientes radica en dedicar su tiempo a nuestro contenido.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados