Es casi un tópico tanto en la historia de la música como en la historia de la ciencia acústica, que en la Antigüedad la música fue entendida especialmente como la ciencia del número sonoro, formando parte del quadrivium, y estableciendo una conexión diríamos natural entre la música entendida como armonía y ritmo y la matemática y laastronomía, desechándose el aspecto concreto de la interpretación musical y sus efectos. También es tópico afirmar que en la época renacentista se dan dos fenómenos nuevos: la consideración física (y no sólo matemática) del "número sonoro", con el estudio de las vibraciones o acústica, por una parte. Por otra, la incorporación de la música al mundo de las bellas artes (es decir, considerando su aspecto sensible y afectivo, como "captación de lo bello"), lo que no habría sucedido antes, ni en la Antigüedad ni en la Edad Media. Sin discutir el punto relativo a la Antigüedad, dado que la documentación al respecto es muy escasa y susceptible de diversas interpretaciones no constatables, y centrándonos en la Edad Media, se intentará aportar argumentos a favor de las siguientes tesis. Que en la Edad Media, especialmente a partir del siglo XII, comienza un proceso de acercamiento entre la consideración de "lo matemático" y de lo "bello", en tanto se analizan y discuten dos conceptos de la belleza: como esplendor del orden y como esplendor de la forma. De este modo el splendor formae sería una vía a partir de la cual privilegiar la belleza musical de la melodía. Que en este proceso, largo, complejo y con muchos puntos de inflexión, pueden destacarse dos líneas: el canto religioso monacal y la música cortesana (eventualmente latrovadoresca superior). En ambos casos aparece paulatinamente una mayor valoración de la melodía, buscando producir un sentimiento de belleza para acercar el alma (es decir el espíritu) a lo superior (lio religioso o lo hermoso humano) a partir de la materialidad del sonido. De este modo, la música aparecerá como tal vez la más "espiritual" de las artes, ya que puede prescindir del elemento representativo y figurativo (más arraigado en "lo material" que representa) y significar, evocar o promover sentimientos más elevados.
It is almost a topic both in the history of music and in the history of acoustic science, that in antiquity music was understood especially as the science of sound number, forming part of the quadrivium, and establishing a connection we would say natural between music understood as harmony and rhythm and mathematics and astronomy, discarding the concrete aspect of musical interpretation and its effects. It is also a topic to say that in the Renaissance period there are two new phenomena: the physical (and not only mathematical) consideration of the "sound number", with the study of vibrations or acoustics, on the one hand. On the other, the incorporation of music into the world of fine arts (that is, considering its sensitive and affective aspect, as "capturing the beautiful"), which would not have happened before, neither in Antiquity nor in the Middle Ages. Without discussing the point related to Antiquity, given that the documentation on this matter is very scarce and susceptible of diverse interpretations that cannot be verified, and focusing on the Middle Ages, an attempt will be made to provide arguments in favor of the following theses. That in the Middle Ages, especially since the 12th century, a process of approach between the consideration of "the mathematical" and the "beautiful" begins, while two concepts of beauty are analyzed and discussed: as splendor of order and as splendor of form. In this way the splendor formae would be a way from which to privilege the musical beauty of the melody. That in this process, long, complex and with many inflection points, two lines can be highlighted: the monastic religious song and the court music (possibly the upper troubadour). In both cases a greater appreciation of the melody gradually appears, seeking to produce a feeling of beauty to bring the soul (that is, the spirit) closer to the superior (religious or the beautiful human) from the materiality of sound.
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