Elías Rodríguez es, posiblemente, uno de los locutores publicitarios que más cuñas y textos ha grabado en este país. Y no es sólo porque lleva más de 25 años en la profesión, sino porque, además "es rápido como el viento". Su media es entre seis y siete grabaciones diarias, pero puede llegar hasta doce o trece. Es conocido por toda la profesión y este conocimiento dentro del sector es lo que más le halaga. Sin embargo, es más que un locutor, se ha convertido, además, en un empresario, propietario de un estudio y de otros negocios ajenos al mundo de la publicidad. Y todo ello lo ha conseguido gracias a su más preciado instrumento, la voz, que ha sabido tocar con maestría y rentabilizar con inteligencia. Como locutor, podía haberse quedado, simplemente, en la voz de su amo, pero no cejó hasta ser el dueño exclusivo de todas sus facultades.
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