En la obra de Nietzsche se encuentran contradicciones y paradojas que nos revelan las claves más eficientes para una interpretación de su personalidad. Nietzsche ha sido frecuentemente tenido por cínico —loco o genial—, y no por un hombre enredado en su angustia, transmisor de signos desesperados que no crea él mismo del todo. Pocos le ven como un luchador por la vida, un buscador del «sentido de la tierra», que nunca llega a poseer a su gusto, un cínico, incluso, pero más como víctima de sus propios fantasmas interiores.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados