Resumen de Cannes 1987, el mercado común de las ideas: Crítica despiadada del xxxiv festival internacional del cine publicitario. Especial Cannes 87
En el número anterior de Anuncios pasé revista a los galardones más importantes del Festival, Palma de Oro, Gran premio y Leones de Oro.
Asistir al festival para curiosear solamente el palmarés seleccionado por el jurado, es saludable; pero la información que uno recibe se limita a ratificar los parámetros de valoración que todos intentamos utilizar en el curso diario: buenas ideas y buenas ejecuciones (aunque los jueces en este Festival, que lo es de cine, desequilibran la balanza, en beneficio de estas últimas, más objetivas, creo yo). Menos saludable, insoportable, pero más informativo y práctico, es el tragarse las casi 3.000 películas proyectadas. Porque es la ocasión anual de poder apreciar las tendencias expresivas, las influencias que sobre la publicidad ejercen otros ámbitos de la comunicación de masas, las modas formales y estratégicas en agencias y en anunciantes, y, de paso, reflexionar, por comparación, sobre el papel profesional que cada uno hacemos en donde cada uno estamos.
A la vista de todo el material presentado, me parece destacable lo siguiente.
