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Resumen de La llegada de la oveja segureña a Almería

José Tomás Serral Quiles, Elena María Ortiz Valenzuela

  • español

    El origen de los ovinos y la domesticación de la oveja. Los pueblos del mar trajeron una oveja que dió origen al tronco ibérico. En Almería, los musulmanes la criaron, en pequeños hatos, obteniendo estiércol con el que fertilizar sus campos. En la frontera cristiana, la Orden de Santiago mantuvo una tupida red de castillos roquedos, que servían de refugio a los ovinos de la Oróspeda, de tronco entreno. Tras la reconquista, los Fajardo reciben en los Vélez la visita de la emperatriz Isabel de Portugal, embarazada del futuro Felipe II. Su séquito participó en una jornada de caza en la Dehesa de la Alfahuara. Allí, se celebró mesta un siglo después, con la misma raza de ovinos entrenos que protagonizaron la primera mesta castellana en Alcaraz. Los comerciantes genoveses controlaron los lavaderos de lana de Huéscar, bajo la protección de la Casa de Alba, desviando una parte del comercio de Flandes al Mediterráneo. En los Filabres, los Enriquez mantuvieron las costumbres moriscas, hasta que nombraron gobernadores de la familia Segura. Éstos, comprendiendo que la tierra pertenecía a su señor pero el ganado a ellos, implantaron la mesta en estas tierras, abriendo gran cantidad de cañadas. Llevaron sus enormes ganados a invernar a tierras almerienses, arrasando cultivos y apoderándose de aljibes y pozos. Los pleitos se sucedían uno tras otro sin poder frenar el ímpetu de las ovejas de los Seguras. El topónimo Segureña surgió en Almería con cierta connotación de terror.

  • English

    The origin of the sheep and its domestication. People from the sea brought a sheep which was the origin of the Iberian branch. In Almería, Muslims raised it in small herds, obtaining manure to fertilize their fields. On the Christian border, the Order of Santiago kept a dense network of rocky castles that served as refuge for Orospeda’s sheep, with a mediumquality branch. Aer e Reconquest, the Fajardo family recieved the visit of the Empress Isabel of Portugal in the Velez. She was pregnant with the future Felipe II. His entourage participated in a hunting day at the Dehesa of La Alfahuara. There, a “mesta” was celebrated a century later, with the same breed of “entrefinos” sheep that starred in the first Castilian Mesta in Alcaraz. Genoese merchants controlled Huescar’s wool laundries with the protection of the House of Alba, diverting a part of the trade from Flanders to the Mediterranean Sea. At the Filabres, the Enriquez family kept the Moorish customs until they named governors of the Segura Family. ey, understanding the land belonged to their Lord but the cale to them, inserted the Mesta on these lands, opening the more ravines, the beer. ey took their huge cale to winter in Almería, devastating crops and seizing water tanks and wells. Lawsuits followed one aer another without being able to stop the impetus of the Segura’s sheep. The name Segureña emerged in Almeria with a certain connotation of terror


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