Sin miedo a equivocarnos, podemos afirmar que en los primeros 500 años de la historia de Brasil, ni niños ni adolescentes aparecen en las representaciones sociales y políticas oficiales de la legislación brasileña. Es como si no existiesen como categorías sociales diferenciadas. Es en la Constitución de 1988 cuando niños y niñas pasan a ser asumidos como seres con derechos, como ciudadanos. En la base de cualquier política pública están las demandas sociales. Estas van a presionar para determinar la definición de las prioridades que posteriormente, como fruto de los debates políticos, acaben convirtiéndose en determinaciones legales. Con todo, no bastan las buenas intenciones, son necesarias las inversiones y la voluntad política de los responsables, así como la actuación organizada de los profesionales de la educación infantil y de toda la población. Este texto pone de relieve algunos de los hitos por los que ha ido pasando la atención a la infancia en Brasil desde la perspectiva de las políticas sociales, de las que, consecuentemente, se derivan las diversas actuaciones pedagógicas.
Sem medo de errar podemos afirmar que nos primeiros 500 anos da historia brasileira, a criança e o adolescente não aparecem nas representações sociais e políticas oficiais do Brasil, como se não existissem como categorias distintas. É na Constituição de 1988 quando a criança passa a ser assumida como um ser de direitos, um cidadã. Na base de qualquer política pública estão as demandas sociais. Estas vão pressionar definições de prioridades que nos embates políticos podem exigir definições legais. Com tudo, não bastam boas intenções, mas são necessários investimentos e vontade política dos responsáveis, além da atuação organizada dos profissionais da educação da infância e de toda a população. Este texto traz alguns destaques do trato com a criança no Brasil na perspectiva das políticas sociais, das quais decorrem as diversas e diferentes pedagogias
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