Se propone aquí pensar la complejidad a través del análisis narratológico de las emociones videolúdicas, que tendrán una dimensión doble, la primera más relacionada con los recursos del lenguaje audiovisual y la segunda más vinculada al gameplay. Se analizarán en detalle los dos títulos de la saga The Last of Us. Las emociones podrán estar prefocalizadas en la forma fílmica y, también, podrán ser resultado de un proceso evaluativo. Pero además de esas emociones fílmicas, atenderemos a las emociones del gameplay, por el carácter jugable de la narrativa videolúdica, y al compromiso del jugador que, en forma de lealtad al personaje jugador, vinculará gran número de emociones. Esta lealtad no está exenta de ambivalencias y contradicciones, por la propia complejidad narrativa y su contenido, la historia, como se demuestra en The Last of Us y sus recursos vinculados a cambios en el punto de vista y el punto de acción.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados