La ciencia como generadora de nuevos horizontes del saber ha mutado desde diferentes perspectivas: relación, contexto, circunstancia, acción, orden, secuencia, objetividad, subjetividad y creencia. ¿Entonces, dónde comienza el hombre a imponer el contexto social con sus prejuicios como argumento para no continuar con su labor de comprender y explicar su realidad? ¿Acaso las deficiencias del conocimiento científico y su uso en Ia actualidad, no provocan planteamientos que no tienen respuestas, y por lo tanto son tópicos del desarrollo de la ciencia? Los fenómenos educativos son atendidos con vehemente reverencia, y quizás con una insolente protección a dañar constructos humanos, curriculares y hasta político-sindicales. Lo cual provoca que este campo, sea un residuo de una diacronía histórica, que alteran el proceso de sensaciones y percepciones que se tienen de él. Analizar una de las aristas de este sistema educativo —mutable y auto conservador- , es enfrentarse a las mismasfauces de unafíera, que no desea ser molestada, sin embargo, mi ambición cognitiva por el panorama de incertidumbre que cierne sobre él, es mayor, que me atreveré a ser irreverente e insolente. Los sistemas educativos son estructurados históricamente bajo un esquema piramidal, donde en la punta de la misma se ubica el órgano del poder; en este caso, los cuerpos directivos de las instituciones educativas formadoras de docentes.
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